Detrás del conflicto entre la Casa Rosada y Scioli

Mientras escala la confrontación entre la Presidenta y Hugo Moyano, habiendo ratificado el Ejecutivo la denuncia penal contra el dirigente sindical y su hijo por "coacción agravada" y haber convocado un paro para el miércoles de la semana próxima, se desarrolla en paralelo un conflicto entre la Casa Rosada y Scioli.
El gobernador de Buenos Aires hace un mes desafiaba a la Cámpora lanzando la Juan Domingo . Poco después conmovió al oficialismo al reconocer su intención de ser candidato presidencial en 2015 si la Presidenta no reforma la Constitución para presentarse a un tercer mandato: Y diez días atrás, la difusión del partido de fútbol con Moyano, mostró su independencia política respecto al oficialismo nacional.
El gobernador bonaerense, ha mostrado ser un político que, con gran habilidad, ha sabido eficazmente jugar con la ambigüedad.
Pese a que las circunstancias lo obligaron en mayo a aumentar el impuesto inmobiliario rural a partir de un acuerdo con el oficialismo nacional, logró hacerlo de tal manera que no rompió su relación con el campo.
Ahora, la conducción del Partido Justicialista que él preside, ha apoyado a la Presidenta en el conflicto con Moyano. Pero quien comunicó la decisión ante los medios, fue el gobernador del Chaco (Capitanich) y no Scioli, quien de esta forma eludió una definición personal contra el dirigente camionero.
Las duras críticas contra Scioli, que a lo largo de la semana hicieron el vicepresidente (Boudou), el ministro del Interior (Randazzo), el ministro de Planificación e Infraestructura (De Vido), un diputado clave del oficialismo (Kunkel) y el vicegobernador de la provincia por su relación con Moyano y la falta de definición concreta del gobernador en su contra, en realidad terminaron marcando una posición favorable hacia el titular de la CGT, aunque Scioli no lo haya expresado.
Hay veces que una no definición, es una actitud política y esto es algo que Scioli maneja con habilidad. Al mismo tiempo, un encuentro como el que mantuvo con el ex ministro de Economía Roberto Lavagna, en momentos de alerta sobre los riesgos que esta generando la política económica, y con el dirigente sindical Luis Barrionuevo, días después que él criticara duramente a la Presidenta, así como que la realización de ambos encuentros se hayan hecho públicos, pueden ser más que una definición.
Scioli es un político que antes que discursos, comunica con encuentros, fotos, silencios y ausencias.
Suelen ser sus adversarios los que a veces definen su posición al criticarlo, como está sucediendo en este momento. Scioli no habla contra la Casa Rosada, pero las críticas que de allí se dirigen hacia él, son las que terminan definiendo su posición.