Frustración
Adolfo Idilio Traverso es un jubilado que en enero del año pasado se presentó ante la Anses para acogerse a la "reparación histórica" que impulsó el actual gobierno mediante una ley. Es un reajuste de haberes con el que se salda una vieja deuda con la clase pasiva, reconocida por varios fallos de la Corte Suprema. A cambio, se debe desistir de reclamos judiciales. Adolfo fue a la Anses con un amigo que también adhirió al plan. Al amigo le fue bien: en septiembre empezó a cobrar. A Adolfo, muy mal: todavía no se la dieron. Insistente, vuelve una y otra vez a la Anses, no se cansa de llamar por teléfono, manda mails y cartas documento, y hasta presentó un recurso de amparo. Pero nada. El organismo no le rechaza el beneficio. Se lo demora. Una máquina le responde: "Su trámite está en proceso, debe esperar". Y remata: "Usted tiene orden de prelación por tener más de 80 años". Viudo, sin hijos, tiempo atrás contó su frustración en una carta de lectores que se publicó en este diario, lo cual parece que removió el expediente. Pero pasaron las semanas y sigue sin tener novedades. "No me hagan esperar más. Dénme el placer antes de que me muera", rogaba Adolfo en esa carta.
Realmente no puede esperar. Tiene 97 años.