Acusan de robo a veterinaria de Michigan por negarse a devolver un perro a un hombre sin hogar

GRAND RAPIDS, Michigan, EE.UU. (AP) — Una veterinaria de Michigan que dijo haber rescatado a un perro en problemas que estaba atado a una camioneta enfrenta un cargo de robo por no devolverlo a un hombre sin hogar.

Amanda Hergenreder condujo durante dos horas para llevar al perro a su clínica, donde realizó procedimientos para aliviar una grave infección del tracto urinario y extraer un diente podrido. Ella lo nombró Biggby y dice que el pitbull mestizo de 16 años se recupera satisfactoriamente casi cuatro meses después.

Pero el fiscal del condado de Kent dijo que Biggby pertenece a Chris Hamilton, que últimamente no tiene un hogar permanente en el área de Grand Rapids y reclama la propiedad de un perro que él conoce como su querido Vinny.

“Solo quiero que me devuelvan a mi perro”, dijo Hamilton, de 57 años, a WOOD-TV. “Lo tuve durante 15 años. Nunca lo descuidé y, sabes, nos amamos mutuamente. Es decir, sentí que perdí una parte de mi cuerpo después de eso. Nunca me sentí igual después de perderlo”.

El fiscal Chris Becker dijo que se trata de un caso de hurto simple, un delito menor que conlleva una pena máxima de 93 días de cárcel. La selección del jurado para un futuro juicio está programada para el 6 de marzo.

“No tienes derecho a tomar algo porque sientes que algo está mal... La gente tiene un apego muy grande a sus animales”, dijo Becker a la estación de televisión. “No importa dónde estés en la vida, cuál sea tu estatus en la vida, ya sea rico, pobre, lo que sea, esto es algo importante para un individuo”.

Hergenreder dijo que viajó a Grand Rapids en noviembre para una conferencia profesional cuando vio al perro atado a una camioneta cerca de una cafetería Biggby. Se sabe con certeza que llamó al departamento de policía y al refugio de animales, y que también habló con un empleado de la tienda.

“Sin energía, muy letárgico”, dijo Hergenreder sobre el perro. “Lo llevamos a nuestro vehículo. Era muy triste.”

Hergenreder dijo que realizó procedimientos médicos en su clínica por un valor de 3.000 dólares. Afirmó que el perro corre y juega en su casa, y añadió “comienza a ver poco a poco que la luz vuelve a sus ojos”.

Hamilton reconoció que ató al perro a la camioneta mientras caminaba hacia una gasolinera. Dijo que, cuando regresó, unos 45 minutos después, los empleados de la cafetería le dijeron que “una señora en una furgoneta vino y se llevó a mi perro, cortando la cuerda.”

El abogado de Hergenreder, Miles Greengard, defiende enérgicamente a la veterinaria. Dijo que ella teme que el perro no reciba la atención que necesita en su vejez si lo entrega.

“El señor Hamilton ni siquiera realizó acciones tan básicas como registrar al perro”, dijo Greengard a The Associated Press el martes. “¿Ahora espera que una benévola doctora le dé a Biggby el tratamiento médico que se le ha negado y que necesitará de aquí en adelante, y luego se lo devuelva?

“Creo que es una situación desafortunada en todos los aspectos”, dijo Greengard. “Pero me alegra que Biggby esté viviendo su mejor vida”.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

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