Al menos un muerto tras enfrentamientos en otra jornada de protestas en Esuatini
Al menos una persona ha muerto tras los enfrentamientos desatados en el marco de una protesta de los trabajadores del sector público, que ha motivado el despliegue de soldados y policías y el cierre de algunas de las localidades en el país, en el que se suceden las manifestaciones desde hace meses.
Los trabajadores salieron a la calle el miércoles para pedir un salario mínimo, así como la liberación de diversos parlamentarios encarcelados en las protestas prodemocracia que tuvieron lugar a principios de año, uniéndose a las protestas de estudiantes que se suceden desde hace dos semanas.
Precisamente el miércoles el Gobierno desplegó soldados y policías en las escuelas ante las protestas estudiantiles, que han supuesto el cierre de decenas de centros a raíz de los disturbios y la violencia, mientras que organizaciones han denunciado disparos y detenciones de los manifestantes, entre ellos niños.
También los trabajadores del transporte público han denunciado violencia durante las manifestaciones, que habría provocado la muerte de un conductor de autobús de un disparo.
Algunas carreteras que conducen a la capital, Mbabane, han sido cerradas, aunque ha sido en Manzini donde se han desatado los enfrentamientos más violentos, informa el medio local 'Times of Swaziland'.
Además de un salario mínimo, pedían contratos formales para todos los trabajadores, así como un acondicionamiento de las carreteras del país.
Esuatini, un país de cerca de 1,3 millones de habitantes conocido como Suazilandia hasta 2018, ha estado regido como una monarquía absoluta por Mswati III desde 1986. El monarca controla el Parlamento y nombra a los ministros, lo que ha generado críticas por su monopolio del poder.
Después de que el rey prohibiera la entrega de peticiones mediante un decreto a principios de este año, las protestas se han sucedido en el país reivindicando reformas democráticas, a lo que el Gobierno ha respondido con la fuerza, lo que ha dejado numerosos muertos, heridos y detenidos, en lo que se ha calificado como la peor ola de violencia de su historia reciente.