Bomba en seminario de Pakistán mata un destacado clérigo y a cinco fieles antes del ramadán
LA NACION
PESHAWAR, Pakistán (AP) — Un suicida se inmoló el viernes tras entrar a la mezquita de un seminario proTalibán en el noroeste de Pakistán y mató a destacado clérigo y a otros cinco fieles, además de causar docenas de heridos, en vísperas del inicio del mes de ayuno del islam, el ramadán, según la policía local.
El atentado se produjo en Akora Khattak, un distrito en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, explicó Abdul Rashid, jefe de policía local.
Hamidul Haq, líder de una facción del partido Jamiat-e-Ulema Islam (JUI), está entre los muertos, agregó Rashid, que indicó que los agentes trasladaron a los heridos a hospitales.
Haq era hijo de Maulana Samiul Haq, conocido como “el padre de los talibanes”, que murió en un ataque con arma blanca en su casa en 2018.
La familia de Haq confirmó el deceso el viernes y pidió a sus seguidores que mantengan la calma. Haq también dirigía el seminario Jamia Haqqania, donde en las últimas dos décadas han estudiado muchos talibanes afganos.
Hameed explicó que más de una docena de agentes de policía custodiaban la mezquita en el momento del ataque, y el seminario de Haq contaban con su propia seguridad.
El primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, condenó el ataque, que se produjo antes del mes sagrado musulmán del ramadán, que se espera que comience el sábado o el domingo, dependiendo de cuándo se aviste la luna.
Yawar Zia, un agente de policía que resultó herido, contó que estaba de guardia en el seminario cuando se produjo el ataque y las metralla de la bomba le alcanzó el rostro. Fue trasladado al hospital Qazi Hussain Ahmed en ambulancia.
“Después de rezar, Hamidul Haq salía de la mezquita para marcharse a casa y, cuando llegó a la puerta principal, se produjo una fuerte explosión y caí al suelo, perdiendo el conocimiento”, contó Zia a The Associated Press desde su cama de hospital.
Uno de los fieles que estaban en el lugar, Zahir Shah, dijo que cientos de personas salían de la mezquita después de la oración cuando oyó una potente explosión. Haq, acompañado por guardias, se dirigía a su casa, situada dentro de las instalaciones del seminario, en el momento del atentado, agregó.
Shah describió una escena caótica con sangre y miembros humanos esparcidos por todas partes, e indicó que el número de víctimas podría haber sido mucho mayor si el suicida se hubiera inmolado durante el rezo.
En los últimos años, Pakistán ha registrado un repunte en los ataques.
Hasta 101 personas, en su mayoría policías, perdieron la vida en un atentado suicida en 2023 en una mezquita en Peshawar, la capital de Khyber Pakhtunkhwa.
Las autoridades paquistaníes han culpado al Talibán paquistaní, conocido como Tehreek-e-Taliban Pakistan o TTP, de los ataques anteriores.
La milicia nunca ha reivindicado atentados contra mezquitas porque, según afirma, no ataca lugares de culto. El TTP es un grupo independiente aunque aliado de los talibanes afganos, que tomaron el poder en el vecino Afganistán en agosto de 2021 mientras las tropas de Estados Unidos y la OTAN ultimaban su salida del país luego de 20 años de guerra.
Muchos líderes y combatientes del TTP han encontrado refugio y vivieron abiertamente en Afganistán desde la toma de poder de los talibanes, lo que ha envalentonado al grupo afgano.
También el viernes, una bomba caminera estalló cerca de un vehículo en el que viajaban efectivos de las fuerzas de seguridad en Quetta, en el suroeste del país. El artefacto causó heridas a 10 personas, incluyendo dos soldados, indicaron la policía y funcionarios. Nadie se atribuyó de inmediato la responsabilidad del atentado, pero incidentes anteriores han sido atribuidos a separatistas.
Quetta es la capital de Baluchistán, que durante años ha sido escenario de una insurgencia de larga duración. Los separatistas quieren la independencia del gobierno central en Islamabad.
Aunque Pakistán dice que ha sofocado la insurgencia, la violencia en Baluchistán ha persistido.
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Los periodistas de The Associated Press Rasool Dawar en Peshawar, Pakistán, y Abdul Sattar, en Quetta, Pakistán, contribuyeron a este despacho.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
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