De latas de sopa a aviones, el acero y el aluminio son parte fundamental de la vida estadounidense
LA NACION
El acero y el aluminio son omnipresentes en la vida de los estadounidenses. Un refrigerador de acero inoxidable guarda latas de soda de aluminio. Un tambor de acero inoxidable gira dentro de una lavadora de aluminio. Son los metales utilizados en automóviles y aviones, teléfonos y sartenes, rascacielos y zíperes.
Por eso, los aranceles del 25% impuestos por el presidente estadounidense Donald Trump sobre todas las importaciones de acero y aluminio —que entraron en vigor el miércoles— podrían tener un impacto generalizado en los fabricantes y consumidores.
Estas son algunas de las industrias y productos que dependen del aluminio y el acero:
La industria de la construcción utiliza aproximadamente una tercera parte de todos los envíos de acero a Estados Unidos, más que cualquier otra industria, según el Consejo de Relaciones Exteriores. La industria depende de una cadena de suministro global para construir todo tipo de cosas, desde aeropuertos hasta escuelas y carreteras, según Associated Builders and Contractors, un grupo comercial con más de 23.000 miembros.
De acuerdo con el grupo, algunos contratistas pudieron asegurar precios en acero o aluminio antes de que los aranceles entraran en vigor. Pero si se prolongan, los impuestos a la importación, en última instancia, aumentarán los precios en un momento en que la industria de la construcción ya está luchando con costos más altos de mano de obra y materiales. Y la incertidumbre en torno a los aranceles hará que sea menos probable que las empresas se comprometan a grandes proyectos de construcción, señaló el grupo.
Annie Mecias-Murphy es la copropietaria y presidenta de JA&M, un contratista de edificios comerciales con sede en Pembroke Pines, Florida. Algunos de los principales materiales que utiliza su empresa son el acero de refuerzo y los cables de postensado, que refuerzan el concreto después de que se vierte.
“En un intento por adelantarnos a los aranceles, tratamos de asegurar nuestros precios y trabajar con nuestros socios comerciales y clientes en diferentes estrategias”, comentó Mecias-Murphy. “Pero, en última instancia, el aumento de los costos dificulta que los propietarios de pequeñas empresas como yo contemplen proyectos a gran escala y a largo plazo”.
El acero fundido con estaño se utiliza para una amplia variedad de envases, desde latas de sopa hasta spray para el cabello. Y Estados Unidos actualmente importa el 70% de su acero fundido con estaño, según el Instituto de Fabricantes de Latas.
El instituto dijo que los aranceles más limitados que Trump impuso en 2018 provocaron en el cierre de nueve líneas de acero fundido con estaño en Estados Unidos, ya que los fabricantes cambiaron a otros tipos de acero o simplemente cerraron. Como resultado, sólo tres líneas de acero con estaño permanecen abiertas en la nación.
Mick Beekhuizen, presidente y director general de The Campbell Co., dijo en una llamada de ganancias la semana pasada que su empresa importa acero fundido con estaño de Canadá. Beekhuizen dijo que Campbell está trabajando con sus proveedores para mitigar el impacto de los aranceles, pero puede que necesite aumentar los precios.
La Asociación de Marcas de Consumo, que representa a los fabricantes de alimentos envasados, dijo que está exhortando al gobierno de Trump eximir los productos de aluminio y acero que no están disponibles en cantidades adecuadas en Estados Unidos. De lo contrario, los consumidores probablemente verán precios más altos en los supermercados.
“Instamos al gobierno de Trump a reconocer las diferentes necesidades de los distintos sectores manufactureros” del país, dijo Tom Madrecki, vicepresidente de la capacidad de recuperación de la cadena de suministro en la Asociación de Marcas de Consumo.
La mayor parte del acero y aluminio de Ford, General Motors y Stellantis ya proviene de Estados Unidos, lo que reduce el impacto directo que las empresas sentirían por los aranceles más altos.
Pero los expertos han advertido que los aranceles podrían significar que los tres fabricantes de automóviles de Detroit tengan que aumentar sus precios. Los productores nacionales de acero y aluminio tendrán que aumentar su capacidad para satisfacer la demanda o arriesgarse a un suministro escaso a corto plazo, lo que hará que estos productos sean más caros y aumentará los costos de los vehículos.
Otro fabricante de automóviles que podría sentir el impacto de los aranceles es Tesla de Elon Musk. Durante una llamada de ganancias en enero, el director financiero de Tesla, Vaibhav Taneja, señaló la incertidumbre en torno a los aranceles.
“La imposición de aranceles, que es muy probable... tendrá un impacto en nuestro negocio y rentabilidad”, comentó Taneja.
Esto podría ser perjudicial para un comprador de automóviles estadounidense que ya es sensible a la inflación. El precio promedio de transacción de un vehículo nuevo fue de poco más de 48.000 el mes pasado, según Kelley Blue Book.
Y al igual que con los aranceles de acero y aluminio del primer mandato de Trump, es probable que los fabricantes de automóviles tengan que revisar sus perspectivas financieras para el año mientras se preparan para el impacto.
Los fabricantes y vendedores de productos que van desde microondas hasta lavavajillas están sopesando cómo es que van a navegar por los aumentos de costos.
Algunos, como Whirlpool, que produce el 80% de lo que vende en Estados Unidos de manera nacional, parecen estar más protegidos de los aranceles. Los ejecutivos de Whirlpool dijeron a los analistas en una conferencia de inversores a principios de este mes que la compañía ha asegurado contratos por un mínimo de un año para la mayoría de sus materias primas, incluido el acero.
Pero Abt, una tienda familiar de electrodomésticos y electrónica de consumo en Glenview, Illinois, recibió avisos esta semana de fabricantes que dijeron que aumentarían el precio de venta sugerido de productos de mostrador como máquinas para espressos y tostadoras entre un 10% y un 15% a partir del 1 de abril, según Richie Palmero, comprador de pequeños electrodomésticos de la tienda.
Abt vende cafeteras que oscilan entre los 100 y 500 dólares, así como máquinas de espresso con precios de 1.000 a 5.000 dólares. Palmero dijo que agregar otros 250 dólares al precio de una máquina de espresso de 2.500 es mucho, pero ella no cree que las ventas sufran significativamente.
“Creo que los clientes aún lo comprarían porque es de buena calidad”, comentó. “Pero podrían pensarlo. Podrían tardar más en comprarlo. Puede que no sea una compra impulsiva. No creo que se vayan a ir por una cafetera de Mr. Coffee o por una 20 dólares".
La Asociación de Líderes de la Industria Minorista dijo que el efecto compuesto de esos impuestos a la importación, los aranceles anteriores sobre bienes de China impuestos durante el primer mandato de Trump y mantenidos por el expresidente Joe Biden, y una nueva ronda impuesta a productos chinos el mes pasado podría ser sustancial.
El grupo comercial, que representa a las principales cadenas de Estados Unidos, pidió a sus miembros que elaboraran una lista de artículos domésticos populares para ilustrar cómo las múltiples capas podrían aumentar el costo de los productos terminados. Las 20 entradas incluyeron tachuelas, botes de basura, escaleras, parrillas, soportes para papel de cocina, tazones para mezclar, estantes para vino, organizadores de ducha, gallineros y estropajos de acero.
Según los cálculos de la asociación, las importaciones seleccionadas enfrentan un posible arancel del 45% al 70% cuando pasan por la aduana de Estados Unidos. Las cantidades variaron según el lugar donde se fabricaron los productos y si ya estaban sujetos a un impuesto base o a un arancel del primer mandato de Trump. Las planchas portátiles y las parrillas de mesa de China, que tenían el arancel inicial más alto, serían gravadas con casi el 75% de su valor.
“Apilar aranceles sobre los artículos para el hogar también aumentará los costos para las familias estadounidenses, millones de las cuales han luchado a través de la peor racha inflacionaria en 40 años”, señaló Michael Hanson, vicepresidente ejecutivo senior de la Asociación de Líderes de la Industria Minorista, en un comunicado el miércoles.
Las empresas de bebidas de Estados Unidos utilizan más de 100.000 millones de latas de aluminio cada año, según el Instituto de Fabricantes de Latas. La mayoría de las delgadas hojas enrolladas de aleación de aluminio que se utilizan para latas se fabrican en la nación, pero los fabricantes de latas importan un pequeño porcentaje, de acuerdo con el instituto.
La Asociación de Cerveceros, que representa a 9.500 fabricantes de cerveza artesanal independientes del país, estima que el 10% de las latas de Estados Unidos están hechas con aluminio canadiense. Los aranceles sobre el aluminio obligarán a los pequeños cerveceros a pagar más por las latas, dijo la asociación, incluso cuando los aranceles sobre el acero aumentan el costo de equipos como barriles y tanques de fermentación.
Pero no todos los fabricantes están preocupados por los aranceles sobre el aluminio. Molson Coors dice que ha cambiado su producción en los últimos años y ahora obtiene “casi todo” su aluminio para consumo nacional de fuentes estadounidenses.
El presidente y director general de Coca-Cola, James Quincey, dijo durante una reciente llamada de ganancias que si las latas de aluminio se vuelven más caras, Coca-Cola puede cambiar a otros materiales como botellas de plástico. Quincey dijo a los inversores que no quería exagerar el costo de los aranceles sobre el aluminio.
“No deben concluir que este es un factor de cambio enorme en el negocio de Estados Unidos", comentó. “Es un costo. Tendrá que ser gestionado. Sería mejor no tenerlo en relación con el negocio de Estados Unidos, pero vamos a manejarlo”.
Los aviones tienen una mezcla de piezas metálicas, desde marcos de aluminio, alas y paneles de puertas hasta trenes de aterrizaje de acero y partes de motores. Muchos son extremadamente especializados y se obtienen en el extranjero.
La Asociación de Industrias Aeroespaciales, que representa a casi 300 empresas del sector aeroespacial y de defensa, señaló que los aranceles ponen en riesgo su industria y la seguridad nacional.
“Estamos preocupados por la presión adicional a la baja sobre una cadena de suministro estadounidense ya abrumada”, dijo Dak Hardwick, vicepresidente de asuntos internacionales de la asociación. “Estamos investigando estrategias de mitigación que minimizarían los impactos de los nuevos aranceles en nuestra industria, y esperamos trabajar con el gobierno de Trump para resaltar el papel crítico que desempeñamos en la prosperidad económica de Estados Unidos, la defensa nacional y la disuasión”.
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Los periodistas de The Associated Press Alexa St. John en Detroit contribuyeron a este despacho.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
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