divisiones sobre financiamiento del cambio climático quedan a la vista en la cop29
(Actualiza con detalles)
Por William James, Simon Jessop y Gloria Dickie
BAKÚ, 21 nov (Reuters) -
La división y el descontento salieron a la luz el jueves en la cumbre de la ONU sobre el clima celebrada en Bakú, provocados por una propuesta de nuevo acuerdo financiero mundial que ofrecía dos opciones muy diferentes y no dejaba a nadie contento a medida que se acercaba la fecha límite.
El principal objetivo de la COP29 es acordar cuánto dinero deben aportar los países desarrollados más ricos a los países en desarrollo más pobres para ayudarles a luchar contra el cambio climático, un pilar fundamental en los esfuerzos por limitar los daños causados por el aumento de la temperatura global.
Pero llegar a un acuerdo sobre el dinero ha resultado lento en las conversaciones de la capital de Azerbaiyán, y el último borrador del texto de negociación llegó con varias horas de retraso cuando los delegados entraban, en teoría, en las últimas 48 horas.
Con la cumbre a punto de concluir el viernes, aunque se espera que se prolongue más de lo previsto, el nuevo documento muestra que aún queda mucho por decidir sobre cuestiones clave, como qué se tiene en cuenta para la cifra anual, quién paga y cuánto.
"El texto que tenemos ahora es desequilibrado, inviable e inaceptable", declaró Wopke Hoekstra, Comisario Europeo de Cambio Climático.
Pidió más liderazgo a la presidencia azerbaiyana de la COP29, que toma el control del proceso de negociación en los últimos días y recopila los nuevos textos.
El principal negociador de Panamá, Juan Carlos Monterrey Gómez, declaró a Reuters: "Todo esto se está convirtiendo en un espectáculo trágico, un show de payasos, porque cuando llegamos al último minuto, siempre obtenemos un texto que es tan débil".
Los países en desarrollo necesitan al menos un billón de dólares al año de aquí a finales de la década para hacer frente al cambio climático, según afirmaron economistas en las conversaciones de la semana pasada.
Aunque el documento de 10 páginas se redujo a menos de la mitad de la versión anterior eliminando algunas opciones, resumía las posturas opuestas de los bloques de países desarrollados y en desarrollo establecidos antes del evento.
Uno se centraba en garantizar que los fondos fueran subvenciones o equivalentes a subvenciones, y que las contribuciones de los países en desarrollo entre sí -un guiño a grandes donantes potenciales como China- no formaran parte formalmente del objetivo.
La otra, repitiendo la postura de los países más ricos, pretendía ampliar los tipos de financiamiento que cuentan para el objetivo anual final, no sólo las subvenciones de los países desarrollados, e incluía las contribuciones de otros.
Ambas opciones evitaban indicar los fondos totales que los países se propondrían invertir cada año, dejando el espacio marcado con una "X".
La presidencia de la COP29 prometió que durante la noche se publicaría una versión más simplificada del texto que sustituiría la "X" por números, esbozando una posible zona de aterrizaje para un acuerdo.
"Este es el momento de poner todas las cartas sobre la mesa", instó Yalchin Rafiyev, principal negociador de la COP29, al inicio de una sesión plenaria en la que las delegaciones se turnaron para condenar la versión actual.
El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, regresó a Bakú tras una reunión del G20 en Brasil en la que pidió un mayor impulso para llegar a un acuerdo y advirtió de que "el fracaso no es una opción".
Algunos negociadores también afirmaron que las propuestas del jueves no cumplían el compromiso adquirido en la cumbre de Dubai del año pasado de abandonar los combustibles fósiles, lo que en su momento se consideró un hito.
"Hicimos grandes progresos el año pasado, debemos continuar ese trabajo. En el texto actual, algunos de estos llamamientos quedan ocultos, recortados o minimizados", declaró el ministro australiano de Cambio Climático y Energía, Chris Bowen, en nombre del Umbrella Group, que incluye a Japón y Estados Unidos.
"Esto es un gran paso atrás y no es aceptable en este momento de crisis".
El ministro saudí de Energía, el príncipe Abdulaziz bin Salman, ha descrito anteriormente el acuerdo de Dubai como un menú de opciones, lo que sugiere que no todos los países elegirán el abandono de los combustibles fósiles como camino a seguir.
Las actividades humanas, principalmente la quema de combustibles fósiles, han contribuido a aumentar la temperatura media a largo plazo del planeta en unos 1,3 grados Celsius (2,3 grados Fahrenheit) desde la era preindustrial, provocando desastrosas inundaciones, huracanes, sequías y olas de calor extremas.
Los países buscan más financiamiento para cumplir el objetivo del Acuerdo de París de 2015 de limitar el aumento de la temperatura global muy por debajo de los 2 grados Celsius (3,6 grados Fahrenheit), e idealmente 1,5 grados Celsius (2,7 grados Fahrenheit), para finales de siglo.
(Edición de Clarence Fernandez; edición en español de Jorge Ollero Castela y Juana Casas)