EEUU condena las "acciones provocativas" de Ben Gvir tras su visita a la Explanada de las Mezquitas
El secretario del Departamento de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha condenado este martes la visita del ministro de Seguridad Nacional de Israel, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, a la Explanada de las Mezquitas, y ha afirmado que estas son "acciones provocativas" que solo incrementarán las tensiones en la región.
Blinken ha subrayado en un comunicado publicado por el Departamento de Estado que Washington se opone "firmemente" a estas acciones, que demuestran "un flagrante desprecio por el 'statu quo' histórico de los lugares sagrados de Jerusalén".
"Estas acciones provocativas no hacen más que exacerbar las tensiones en un momento crucial en el que toda la atención debería centrarse en los esfuerzos diplomáticos para lograr un acuerdo de alto el fuego y asegurar la liberación de todos los rehenes y crear las condiciones para una estabilidad regional mayor", ha agregado.
Blinken también ha recordado que la oficina del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha catalogado estas acciones de "inconsistentes" con la política de Israel. "Esperamos que el Gobierno de Israel impida incidentes similares en el futuro", ha sentenciado.
Finalmente, el secretario del Departamento de Estado ha reafirmado su compromiso de "preservar el 'statu quo' histórico" de los lugares sagrados y ha recalcado que Washington "seguirá oponiéndose a medidas unilaterales que sean contraproducentes para lograr la paz y la estabilidad y socaven la seguridad de Israel".
Desde la Explanada de las Mezquitas, Ben Gvir ha reivindicado los derechos de los judíos a rezar en lo que Israel conoce como Monte del Templo, por lo que ha insistido en que es precisamente "su política" permitir el rezo en las inmediaciones.
El 'statu quo' en la Explanada de las Mezquitas impide a los judíos rezar en el lugar y autoriza únicamente que lo visiten en horarios predeterminados y que lo recorran a través de una ruta fijada, acompañados por policías que deben vigilar que los fieles no recen o que introduzcan banderas israelíes u objetos religiosos.
La Explanada descansa en uno de sus laterales sobre el Muro de las Lamentaciones, último vestigio del Templo de Salomón judío, por lo que los musulmanes temen que Israel destruya la Mezquita de Al Aqsa, tercer lugar más sagrado para los musulmáanes, para construir un Tercer Templo judío en Jerusalén.