EEUU libera a exboina verde vinculado a golpe fallido en Venezuela mientras es enjuiciado
TAMPA, Florida, EE.UU. (AP) — Un juez federal ordenó el miércoles la liberación de un exboina verde estadounidense acusado de participar en un fallido intento de golpe de Estado en 2020 contra el presidente venezolano Nicolás Maduro, rechazando los argumentos de que huiría mientras aguarda un juicio por cargos de contrabando de armas.
Jordan Goudreau fue arrestado en julio tras una investigación de cuatro años sobre la intentona golpista, la cual concluyó cuando fuerzas de seguridad venezolanas mataron a varios combatientes y dos de los compañeros de Goudreau en las Fuerzas Especiales estadounidenses fueron recluidos en una prisión del gobierno de Maduro.
El complot, expuesto por The Associated Press dos días antes de la incursión, fue ejecutado por un grupo de desertores del ejército venezolano a los que Goudreau supuestamente ayudó a armar y entrenar en la vecina Colombia.
Goudreau se adjudicó de inmediato la responsabilidad de la Operación Gedeón —o Bahía de Cochinos, como llegó a conocerse el sangriento fiasco—, pero dijo que había actuado de común acuerdo con la oposición venezolana para proteger la democracia.
“Si estuviera en su lugar, hubiera huido antes de que me acusaran”, declaró la jueza Virginia Hernandez Covington al ordenar la puesta en libertad de Goudreau a la espera del inicio de su juicio, previsto para el mes próximo.
Goudreau, con grilletes en las piernas y vestido de naranja, respondió "negativo" varias veces cuando se le preguntó en la corte si alguna vez se le habían diagnosticado enfermedades mentales que lo convirtieran en un peligro para sí mismo y para los demás tras su puesta en libertad.
Aunque Goudreau, de 48 años, no tiene antecedentes penales y fue condecorado tres veces con la Estrella de Bronce en Irak y Afganistán, la fiscal adjunta Cherie Krigsman argumentó que existía riesgo de fuga, que tenía un historial de manipulación de testigos y que infringía a sabiendas las leyes estadounidenses.
Krigsman dijo que Goudreau huyó a México, donde permaneció cerca de un año, a los pocos días de enterarse de que estaba siendo investigado. Antes de salir de Estados Unidos, realizó una serie de búsquedas en Google que supuestamente incluían “cómo huir y permanecer oculto de los federales” y “cómo ser un prófugo exitoso”.
Krigsman citó extractos de una conversación que Goudreau mantuvo con una fuente confidencial, en la que supuestamente entrenó al testigo para que mintiera a los investigadores sobre unos 60 fusiles AR-15 incautados por la policía colombiana de camino a los campamentos clandestinos donde los oponentes del gobierno venezolano eran entrenados.
Dos de los fusiles automáticos contienen rastros del ADN de Goudreau, mientras que silenciadores, gafas de visión nocturna y otros equipos de defensa llevan números de serie que coinciden con los adquiridos por Goudreau y su empresa de seguridad Silvercorp, con sede en Melbourne, Florida. Todo ello requería una licencia de exportación, que Goudreau nunca tuvo. Algunas de las armas nunca llegaron, según los fiscales, porque un yate se hundió en medio del Caribe. Goudreau y un socio fueron rescatados por un buque petrolero que pasaba por allí.