El alto el fuego en congo está en peligro, mientras los rebeldes siguen en una ciudad estratégica
LA NACION
24 mar (Reuters) - Un alto el fuego de facto entre los soldados de la Républica Democrática del Congo (RDC) y los rebeldes respaldados por Ruanda en la ciudad de Walikale, en el este de RDC, pareció romperse el lunes cuando los rebeldes se retractaron de su promesa de retirarse y acusaron al ejército de violar sus propios compromisos.
La perspectiva de un alto el fuego en la estratégica ciudad de Walikale, que los rebeldes del M23 capturaron la semana pasada, había alimentado brevemente las esperanzas de reactivar los estancados esfuerzos diplomáticos para resolver el mayor conflicto en décadas en el este de República Democrática del Congo.
El conflicto, que tiene sus raíces en las largas secuelas del genocidio de Ruanda de 1994 y en la competencia por el control de las riquezas minerales, ha llevado al control rebelde de las dos ciudades más grandes del este de Congo, a miles de muertes y al temor de una guerra regional más amplia.
Pero menos de 48 horas después de que los rebeldes anunciaran su intención de retirarse de Walikale y el ejército de RDC respondiera diciendo que se abstendría de atacarlos, el acuerdo corría el riesgo de seguir el camino de fracasar como una serie de alto el fuego anteriores.
Lawrence Kanyuka, portavoz de la coalición rebelde Alianza del Río Congo (AFC) del M23, acusó al ejército y a las milicias aliadas de no retirar sus drones de ataque de Walikale.
«Esta situación retrasa el reposicionamiento de las fuerzas de la AFC/M23 en la zona», escribió en la red social X. «Cabe señalar que este acto constituye un importante obstáculo para el respeto del alto el fuego y, por tanto, compromete las iniciativas de paz en curso».
Los portavoces del ejército no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Los residentes de Walikale, que marcó el punto más occidental al que había llegado el M23 desde que intensificara su ofensiva en enero, dijeron que los combatientes rebeldes seguían en la ciudad el lunes por la mañana.
«No se han movido. Todavía se les puede ver en el centro de la ciudad», dijo uno, que habló bajo condición de anonimato por razones de seguridad. (Información de la redacción de Congo; escrito por Sofia Christensen y Aaron Ross; edición de Hereward Holland y Toby Chopra; edición en español de María Bayarri Cárdenas)
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