El bce podría haber frenado la inflación con subidas de tipos más tempranas, según el diw
BERLÍN, 16 oct (Reuters) -
El Banco Central Europeo (BCE) ha alimentado la inflación en la unión monetaria con una política monetaria demasiado vacilante, según un estudio del Instituto Alemán de Investigación Económica DIW, al que tuvo acceso Reuters en exclusiva el miércoles.
Con un aumento gradual de los tipos de interés oficiales a partir de mediados de 2021, la inflación habría subido a un máximo del 3%, en lugar de superar el 10% en agosto de 2022, según el estudio.
Como la inflación aumentó desde mediados de 2021 y se disparó con el inicio de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, el banco central decidió inicialmente no subir los tipos de interés y no puso fin a su política de tipos de interés cero hasta julio de 2022.
"Una de las razones aducidas por el BCE para su respuesta reticente fue que su política monetaria no podía influir en los precios de la energía", dijo Ben Schumann, autor del estudio. "Pero esta suposición es errónea, como demuestran nuestras observaciones. Podría haber atajado la última oleada de inflación directamente de raíz".
Según el estudio, la política monetaria influyó en los precios de la energía en el mercado mundial porque la subida de los tipos de interés básicos deprimió la demanda de energía de la eurozona.
Además, con subidas más tempranas de los tipos de interés, el euro se habría apreciado frente al dólar, lo que también habría amortiguado los precios de la energía, que suelen pagarse en la divisa estadounidense en los mercados globales, según el estudio.
Muchos responsables de política monetaria del BCE reconocieron en el pasado que las subidas de tipos podrían haberse producido antes, pero sostienen que el banco se puso rápidamente al día con grandes movimientos, incluidas varias subidas de tipos de 75 puntos básicos en otoño de 2022.
El BCE no empezó a subir los tipos desde el -0,5% hasta julio de 2022, después de que muchos de sus homólogos ya los estuvieran subiendo, pero el banco realizó 10 subidas consecutivas, llevando el tipo de depósito a un récord del 4% a finales del verano de 2023.
"Al subir los tipos de interés, el BCE también habría asumido un compromiso más claro en la lucha contra la inflación. Esto habría reducido la presión inflacionista hasta tal punto que la inflación no habría subido tan bruscamente tras la guerra de agresión rusa", dijo Schumann.
Aunque la inflación de la zona euro alcanzó un máximo superior al 10%, una de las tasas más altas entre las economías desarrolladas, la mayoría de los demás países sufrieron un repunte de la inflación similar, con una tasa máxima del 9,1% en Estados Unidos y del 9,6% en el Reino Unido.
La diferencia clave, según la mayoría de los economistas, radica en la gran dependencia europea de la energía importada, motor fundamental del crecimiento de los precios.
El DIW supone que la razón de la postura reticente del BCE es que la situación económica en muchos países de la eurozona era mala tras la pandemia del COVID y las autoridades monetarias estaban preocupadas por la estabilidad del sector financiero.
En conjunto, si los tipos de interés oficiales se hubieran subido antes, el producto interior bruto de la eurozona habría sido unos 3 puntos porcentuales inferior al actual, pero se habría recuperado a finales de 2023, según el instituto. (Información de René Wagner; información adicional de Balazs Koranyi; redacción de María Martínez; edición de Bernadette Baum; edición en español de Mireia Merino)