El futbolista neerlandés Quincy Promes es detenido en Dubái
El exinternacional neerlandés Quincy Promes, condenado el pasado mes por tráfico de cocaína, quedó detenido en Dubái a solicitud de Países Bajos, que pedirá su extradición, anunciaron este miércoles los fiscales neerlandeses.
El futbolista de 32 años estaba desde principios de marzo, según varios medios, en arresto domiciliario en un hotel de lujo de Dubái. Había sido detenido hace casi dos semanas en esa ciudad por una "infracción local".
Promes quedó ahora bajo arresto por una petición de las autoridades de Países Bajos dirigida a las fuerzas del orden del resto de países.
"Países Bajos va a pedir la extradición" de Quincy Promes, confirmaron los fiscales en un comunicado.
El atacante, que milita en el Spartak de Moscú, fue condenado el 14 de febrero a seis años de prisión por un tribunal neerlandés por haber pasado de contrabando más de una tonelada de cocaína a Países Bajos.
Temiendo ser detenido por la policía neerlandesa, el jugador, que vistió 50 veces la camiseta de la selección 'Oranje', no se presentó en el tribunal en su país para escuchar la sentencia y Rusia no le extraditó.
La emisora pública NOS, citando a medios rusos, informó que Promes fue arrestado en el aeropuerto de Dubái el 1 de marzo por haber huido del lugar de un accidente de tráfico.
Promes estaba en Dubái por una concentración de entrenamiento con su club. El resto de integrantes del Spartak regresaron a Moscú, pero el atacante tuvo que quedarse en Emiratos Árabes Unidos, precisó NOS. Se decretó entonces su arresto domiciliario en el hotel de lujo en el que se alojaba.
Su condena del pasado mes fue por haber desempeñado "un papel crucial" en la importación de 1.363 kilogramos de cocaína procedente de Brasil en 2020 a través del puerto belga de Amberes, hacia Países Bajos, con ayuda de un cómplice.
El jugador, que en el pasado vistió los colores del Ajax de Ámsterdam, había sido objeto de una condena de 18 meses de prisión en el marco de otro caso, por haber apuñalado a un primo por un collar robado en 2020.
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