El Gobierno de Etiopía y el TPLF cruzan acusaciones sobre el bloqueo de la entrega de ayuda en Tigray
El Gobierno de Etiopía y el Frente Popular para la Liberación de Tigray (TPLF) han intercambiado durante los últimos días acusaciones sobre el bloqueo de la entrega de ayuda humanitaria a la región de Tigray (norte) después de que Adís Abeba anunciara la semana pasada sobre una "tregua humanitaria indefinida", respondida por el grupo con una disposición a un "cese de hostilidades" de forma inmediata.
El Ejecutivo etíope ha manifestado en un comunicado publicado a través de la cuenta en Facebook del Servicio de Comunicaciones del Gobierno de Etiopía que Adís Abeba "ha llevado a cabo una serie de acciones" para entregar ayuda humanitaria en la región, incluido un permiso de una semana a organizaciones humanitarias para la entrega de esta ayuda a través de vía aérea.
"Para expandir el acceso a la asistencia humanitaria, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha recibido permiso para transportar 43 camiones con ayuda alimentaria para personas en situación de necesidad en Tigray a través de la carretera de Abala", ha dicho, si bien ha lamentado que "no ha podido lograr la cooperación de la otra parte".
En este sentido, ha hecho hincapié en que los camiones del PMA "no han sido transportados a la región de Tigray debido al cierre de la carretera de Abala por parte de milicianos del TPLF", antes de reafirmar su compromiso con "trabajar de cerca" con todos los actores para "garantizar la entrega de ayuda humanitaria a aquellos que la necesiten".
"Por ello, el Gobierno de Etiopía pide a los milicianos de Tigray que eviten citar diversos motivos y diseminar información engañosa y que hagan su parte para facilitar la entrega de ayuda", ha dicho, antes de reclamar a la comunidad internacional que "presione" al TPLF para que "se retire de distritos de las regiones de Afar y Amhara" y que "cumpla su compromiso con un alto el fuego".
"El Gobierno de Etiopía espera que todos los actores en la región de Tigray trabajen juntos para facilitar la entrega de ayuda y garantizar una vida estable para todos", ha remachado, después de que el TPLF resaltara que ha estado cumpliendo su parte y acusara a Adís Abeba de no entregar ayuda.
De esta forma, el TPLF ha subrayado que "durante los últimos cuatro días no ha llegado ayuda humanitaria a Tigray" y ha denunciado que "las autoridades etíopes siguen saturando las ondas con afirmaciones falsas sobre la entrega a diario de ayuda humanitaria a Tigray".
"Todos los actores relevantes deben tener en cuenta que estas narrativas ficticias para aturdir a la población dentro y fuera del país, pero el objetivo principal es la comunidad internacional. La entrega de ayuda humanitaria sin obstrucciones debe ser separada de los asuntos políticos", ha explicado el grupo.
Por ello, el TPLF ha reclamado "la entrega de suficiente ayuda humanitaria sin más retrasos" y "el fin de las afirmaciones mendaces sobre la entrega de ayuda a Tigray". En esta línea, ha pedido a la comunidad internacional "el fin de los juegos de palabras" y "presionar de forma suficiente al régimen" para que permita la entrega de ayuda sin restricciones.
"Por último, el gobierno de Tigray quieren comunicad a la comunidad internacional que sigue comprometido a hacer todo lo que esté en su mano para aplicar el acuerdo de cese de hostilidades", ha manifestado. "Tigray prevalecerá", ha zanjado.
El conflicto en Etiopía estalló en noviembre de 2020 tras un ataque del TPLF contra la principal base del Ejército, situada en Mekelle, tras lo que el primer ministro, Abiy Ahmed, ordenó una ofensiva contra el grupo tras meses de tensiones a nivel político y administrativo.
El TPLF acusa a Abiy de azuzar las tensiones desde su llegada al poder en abril de 2018, cuando se convirtió en el primer oromo en acceder al cargo. Hasta entonces, el TPLF había sido la fuerza dominante dentro de la coalición que gobernó Etiopía desde 1991, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), sustentada en las etnias. El grupo se opuso a las reformas de Abiy, que consideró como un intento de socavar su influencia.