El Kremlin evita pronunciarse sobre las causas de la muerte de Navalni y dice que hay una investigación en marcha
El Kremlin ha evitado pronunciarse sobre las causas de la muerte del destacado opositor Alexei Navalni, fallecido durante la jornada en prisión, y ha recalcado que hay una investigación en marcha para esclarecer las causas del deceso, anunciado por el Servicio Federal Penitenciario.
"No sé, depende de los doctores determinarlo", ha dicho el portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, tras ser preguntado por las informaciones publicadas por medios rusos sobre que el reo habría fallecido por un trombo sanguíneo, tal y como ha recogido la agencia rusa de noticias Interfax.
"En línea con las normas existentes, el Servicio Federal Penitenciario está llevando a cabo todas las aclaraciones y comprobaciones. No hay que dar instrucciones, ya que hay una batería de normas que guían las acciones del Servicio Federal Penitenciario", ha recalcado.
Asimismo, el Comité de Investigación de Rusia en el distrito autónomo de Yamalia-Nenetsia ha apuntado en un comunicado publicado en su cuenta en Telegram que la rama del organismo en esta zona del país "ha abierto una comprobación procedimental en torno a la muerte de Navalni" en la colonia IK-3.
"En línea con los procedimientos establecidos por la ley, una serie de medidas operativas y de investigación están siendo llevadas a cabo para determinar todas las circunstancias del incidente", ha reseñado.
El Servicio Penitenciario Federal de Yamalia-Nenetsia ha indicado en un breve comunicado que "Navalni se empezó a encontrar mal durante un paseo y, casi de forma inmediata, se desmayó". En este sentido, ha subrayado que los equipos sanitarios de la prisión se han trasladado al lugar, si bien no han logrado salvarle la vida.
El opositor de 47 años y que figuraba en la lista de individuos y organizaciones involucradas en activistas terroristas o extremistas en Rusia, fue detenido en enero de 2021 cuando regresó a Moscú desde Berlín, donde había estado recuperándose de un envenenamiento que él y los gobiernos occidentales atribuyeron al servicio de seguridad del presidente ruso, Vladimir Putin.
En agosto de 2023, un tribunal de Móscú lo condenó a 19 años de prisión por extremismo, una condena que debía cumplir bajo un régimen especial. A principios de enero, Navalni fue puesto bajo régimen de aislamiento tras ser trasladado de cárcel a una prisión de Yamalia-Nenetsia, en medio de denuncias de su entorno sobre que había estado casi tres semanas en paradero desconocido después de que no compareciera en sucesivas vistas judiciales.