El primer ministro irlandés pide a la UE "revisar" sus relaciones comerciales con Israel
El primer ministro irlandés, Simon Harris, pidió el martes a la Unión Europea (UE) "revisar sus relaciones comerciales" con Israel, tras votarse en este país una ley que prohíbe las actividades de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA).
El líder del partido conservador Fine Gael hizo estas declaraciones durante una visita a Dublín del futuro presidente del Consejo Europeo, el portugués Antonio Costa, que asumirá su cargo a finales de año.
El proyecto de ley fue votado el lunes por el Parlamento israelí, el Knesset, y aprobado con 92 votos a favor y 10 en contra, en el marco de años de críticas israelíes a la UNRWA, que aumentaron desde el inicio de la guerra en Gaza hace un año.
"El paso más importante que la Unión Europea podría dar ahora es revisar las relaciones comerciales a nivel de la UE. Lo que Israel y la Knesset hicieron anoche es despreciable, deshonroso y vergonzoso", dijo Simon Harris.
"Morirán más personas, más niños morirán de hambre", añadió.
Irlanda es uno de los países europeos más críticos con Israel desde el inicio de la guerra en Gaza.
Junto a España, Noruega, que no es miembro de la UE, y Eslovenia reconocieron el Estado de Palestina en mayo y junio.
El lunes por la noche, estos cuatro países condenaron en una declaración conjunta la votación del Parlamento israelí, destacando el trabajo "esencial e insustituible" de la UNRWA "para millones de palestinos y particularmente en el contexto actual en Gaza".
"No hay alternativa a la UNRWA. No soy sólo yo quien lo dice, también lo hace el secretario general de las Naciones Unidas, el presidente de Estados Unidos a través del Departamento de Estado. La UNRWA es necesaria", insistió.
En febrero, España e Irlanda pidieron a la Comisión Europea que actuara "urgentemente" para verificar si Israel respeta "los puntos esenciales" del acuerdo de asociación que le une a la UE en materia de derechos humanos y principios democráticos.
Pero las diferencias son profundas entre los países miembros de la UE desde el inicio del conflicto.
Un acuerdo firmado en 1995 en Bruselas y que entró en vigor cinco años después, sirve de marco para las relaciones de la UE con Israel, en particular en materia comercial.
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