Filial de Daimler Truck multada por discriminación y acoso laboral en Brasil
La justicia de Brasil anunció el viernes haber condenado a Mercedes Benz do Brasil, una filial actualmente perteneciente al fabricante alemán de vehículos pesados Daimler Truck, a pagar una multa equivalente a 7,3 millones de dólares por "actos de acoso y discriminación" contra trabajadores víctimas de accidentes laborales.
Estos empleados de una fábrica de Campinas, en el estado de Sao Paulo (sureste), fueron "expuestos a situaciones humillantes" a su regreso al trabajo, describió en un comunicado el Tribunal Regional del Trabajo (TRT), que también denuncia "casos de discriminación racial".
Condenada a pagar una multa de 40 millones de reales (7,3 millones de dólares) por daño moral colectivo, la empresa aún puede apelar.
Los documentos incluidos en el expediente mencionan varios casos de discriminación registrados entre 2004 y 2019.
En ese momento, la filial "Mercedes Benz do Brasil LTDA" pertenecía al grupo alemán Daimler AG, que en 2021 se dividió en dos, entre el fabricante de automóviles Mercedes-Benz y el fabricante de vehículos pesados Daimler Truck.
Tras sufrir accidentes laborales, los empleados de la fábrica de Campinas "fueron aislados dentro de la fábrica, privados de oportunidades de ascenso y designados como 'grupo de divergentes'", según los documentos judiciales.
Algunos de ellos fueron víctimas de discriminación racial, incluso llamados "monos", según el TRT.
Contactada por la AFP, Daimler Truck no hizo comentarios sobre la decisión judicial.
La justicia condenó al fabricante a pagar 40 millones de reales (7,3 millones de dólares) por daño moral colectivo, en un fallo que todavía puede ser recurrido.
"Aceptar estas prácticas como 'hechos aislados', tal y como las presenta la empresa, implicaría un grave retroceso social", señala el juez del caso, Luís Henrique Rafael, citado en el comunicado.
En uno de los testimonios citados en el proceso, un trabajador que no podía cargar piezas de más de cinco kilos a causa de una enfermedad relató haber sido llamado "mono hijo de puta" por un colaborador de su jefe.
El afectado interpuso una queja ante su supervisor, pero recibió tres días de suspensión.
Otro de los demandantes, representados por el Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos de Campinas, aseguró que tras reintegrarse a la fábrica le fueron asignadas tareas como servir cafés y lavar el auto de un gerente, quien en una ocasión se burló de él por su piel negra.
La Central de Distribución y Logística de Piezas de Campinas es la mayor de Mercedes-Benz fuera de Alemania, según el sitio web del fabricante.
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