Fonseca ya impregna Roland Garros de un aroma a Guga Kuerten

El prodigio brasileño Joao Fonseca, de 18 años, ya está en tercera ronda de Roland Garros, mientras el recinto parisino comienza a impregnarse de un aroma que recuerda a la aventura triunfal de su compatriota Gustavo Kuerten a finales del siglo XX.

Las tribunas de las pistas anexas toman tonalidades del Maracaná cuando la esperanza brasileña -y sudamericana- vuela sobre la tierra batida.

En primera ronda, la pista N.7 se quedó pequeña para albergar a tanto aficionado ansioso por descubrir a este recién llegado a la élite del tenis, y a un gran número de aficionados brasileños que se hacen notar apoyando a su ídolo.

"Sabía que habría muchos brasileños porque son muchos los que viven en París y vienen aquí desde la época de Guga", afirmó el jueves Fonseca luego de haber batido en segunda ronda al francés Pierre-Hugues Herbert en la pista 14, de nuevo llena.

Kuerten causó una gran sorpresa y suscitó un reguero de simpatía al conquistar Roland Garros en 1997 con apenas 20 años, cuando era un desconocido entre el gran público. Sus victorias en 2000 y 2001 confirmaron que no había sido fruto de la casualidad.

Interés mediático y popular

Fonseca, 65º en el ranking ATP, también está aglutinando un gran interés popular y mediático desde sus buenos resultados a comienzos de temporada.

En el Abierto de Australia, en enero, después de su título en el torneo NextGen -el Masters para menores de 21 años-, logró su victoria más prestigiosa hasta el momento al derrotar al ruso Andrey Rublev, entonces N.9 del mundo, en tres sets en su primer partido en Grand Slam.

Bajo esa inercia, conquistó su primer trofeo en el circuito principal en el ATP 250 de Buenos Aires contra el argentino Francisco Cerúndolo (18º), convirtiéndose de paso en uno de los diez ganadores más jóvenes de la historia en un torneo ATP.

El diestro carioca había mostrado su potencial en Río, su ciudad natal en febrero de 2024. Con 17 años y cuando era 655º del mundo, alcanzó los cuartos de final del principal torneo de Sudamérica, disputado a 10 minutos del lugar en el que creció.

Desde entonces, en Brasil se confía en que Fonseca sea el nuevo Kuerten, y sus rivales no escatiman elogios a la joven promesa.

"Es alguien a quien tendré que vigilar de cerca (...) pronto habrá que escribir el nombre de Joao Fonseca en la nómina de mejores jugadores del mundo", había asegurado Carlos Alcaraz en Melbourne.

El español, N.2 del mundo, seguro que es consciente de que con su primera victoria en Roland Garros ante el polaco Hubert Hurkacz (28º), Fonseca es el jugador más joven en ganar un partido en París desde... Alcaraz.

El brasileño también recibió los halagos de Novak Djokovic, impresionado pese a sus 24 títulos del Grand Slam "por todo lo que hace desde hace un año".

"Demuestra madurez. Me parece muy equilibrado y tiene un juego bastante impresionante", reconocía su última víctima, Herbert, el jueves tras su eliminación. Los espectadores de los partidos de Fonseca han podido disfrutar de una paleta de golpes excepcional, con una derecha especialmente eficaz en tierra batida. "¡Nací sobre la tierra batida, como todos los brasileños! Comencé a jugar sobre esta superficie cuando tenía once o doce años", cuenta este especialista del ocre, al que también le gusta mucho la hierba. Fenómeno precoz, pero sin quemar etapas, Fonseca sabe que cuenta aún con un gran margen de progresión. "Soy joven, adquiero experiencia en cada instante, aprendo mucho de este entorno, del circuito", afirma Fonseca antes de desafiar en busca de un puesto en octavos al N.5 del mundo, el zurdo británico Jack Draper. aco/fbx/iga

"Me arrepiento”. La pesadilla de los N° 1 tras caer en las finales de Roland Garros: noches sin dormir y un pedido de disculpas

Adriano Celentano, a los 87. Por qué un prócer de la música italiana decidió alejarse del mundo

Está en Netflix. El documental de Carlos Alcaraz que muestra la intimidad del bicampeón de Roland Garros