Gabriel Zucman, el francés que quiere hacer pagar a los multimillonarios
Si la idea de gravar a los multimillonarios gana terreno pese a los obstáculos, él tiene algo que ver. El economista francés Gabriel Zucman se mueve entre bastidores para que esta reforma vea la luz.
Después de haber sido invitado en febrero a Sao Paulo por Brasil, que preside este año el G20, para presentar sus ideas a los ministros de Finanzas de este foro internacional, publicó en junio un informe sobre el tema, también a pedido de Brasilia.
Y este jueves, los responsables de las principales economías del mundo reunidos en Rio de Janeiro realizan una sesión dedicada a este sensible asunto.
De rostro juvenil, este hombre de 37 años, padre de dos hijos (y próximamente tres), se describe a sí mismo para la AFP como "un hijo de la crisis financiera", que dio sus primeros pasos profesionales a los 21 años en el seno de la compañía de inversiones Exane para escribir notas.
"Empecé el día de la quiebra de Lehman Brothers (en 2008). El trabajo consistía en explicar la economía mundial, pero me di cuenta de que era imposible entenderla sin la perspectiva necesaria", recuerda este egresado de la Escuela de Economía de París y la Escuela Normal Superior de París-Saclay, que también tiene nacionalidad estadounidense.
El economista se sumergió entonces en las estadísticas internacionales y examinó los paraísos fiscales. El resultado fue "La riqueza oculta de las naciones", su tesis que evalúa el alcance de la evasión fiscal, publicada en 2013 antes de ser traducida a casi 20 idiomas.
"El aporte específico de Zucman (...) es que, por primera vez, encontró un método muy original para calcular la evasión fiscal en los paraísos fiscales", explica el historiador Pierre Rosanvallon, quien lo editó.
- "Organizar la globalización" -
Pese a que el sistema financiero es todavía permeable frente al fraude, se han logrado muchos avances en términos de transparencia, fruto de años de negociaciones internacionales, celebra Zucman.
Este hijo de médicos parisinos, amante del piano, que toca desde los cuatro años, se muestra optimista: "Hay mil formas de organizar la globalización".
Su trabajo se ha enfocado en la tributación de los hogares y empresas ricos, un tema abordado en el libro "El triunfo de la injusticia".
Zucman, que divide su tiempo entre el Observatorio Fiscal de la Unión Europea en París, que dirige, y la Universidad de Berkeley en California, aborda el caso estadounidense junto a su colega Emmanuel Saez.
Según sus trabajos, el tipo impositivo sobre la riqueza de los multimillonarios es del 0,3% en todo el mundo.
Él aboga por un impuesto mínimo global con una propuesta: gravar el equivalente al 2% de la fortuna de unos 3.000 multimillonarios, lo que se traduciría en unos 250.000 millones de dólares al año.
"Es posible una evolución rápida", quiere creer, oponiéndose a los "discursos derrotistas".
Según su director de tesis, el economista Thomas Piketty, el mero hecho de que este tema se ponga sobre la mesa de las negociaciones internacionales es un triunfo.
"Cuando propuse hace diez años en 'El capital en el siglo XXI' la creación de un impuesto global sobre el patrimonio, estaba lejos de sospechar que esto llegaría hoy a la agenda oficial del G20", afirma a la AFP Piketty, cuya obra alcanzó un éxito público inesperado y una amplia resonancia política.
"Esto se debe mucho a la energía incansable de Gabriel Zucman, a su impresionante capacidad de trabajo y a su rigor inigualable", añade.
- galardón -
Pero aún queda un largo camino por recorrer: Brasil, Sudáfrica, España, Colombia, Francia y la Unión Africana apoyan la idea, pero Washington y Berlín se resisten.
"No debemos subestimar la resistencia de los contribuyentes implicados", opina también quien asesoró a los candidatos demócratas Elizabeth Warren y Bernie Sanders en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2020.
Con Thomas Piketty, Esther Duflo y Emmanuel Saez, Zucman ingresó al club de los economistas franceses reconocidos en Estados Unidos, sobre todo después de recibir en 2023 la medalla Bates Clark, un prestigioso galardón económico.
Un premio "controvertido", consideró entonces la revista The Economist, al recordar que algunos de sus colegas cuestionaron los métodos que utilizó para medir las desigualdades.
alb/tmo/lpa/ll/mel/db