Guterres muestra su preocupación por las "masivas detenciones" tras la reanudación de las protestas
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha mostrado este lunes su preocupación por las "masivas detenciones" tras la reanudación de las protestas en Bangladesh, que comenzaron hace dos semanas contra el ya suspendido sistema de cuotas para los funcionarios públicos y que se saldaron con cerca de 200 muertos y más de 500 arrestados.
"(Guterres) sigue profundamente preocupado por la situación en Bangladesh. Toma nota de los informes sobre la reanudación de las protestas estudiantiles en el día de hoy y reitera su llamamiento a la calma y a la moderación. Al secretario general le preocupan las informaciones sobre detenciones masivas de miles de jóvenes y opositores políticos en relación con el actual movimiento estudiantil", ha expresado el portavoz del secretario general, Stéphane Dujarric, durante una rueda de prensa.
De igual forma ha mostrado su alarma por los informes sobre el "uso excesivo de la fuerza" por parte de las fuerzas de seguridad contra los manifestantes, llegando a realizar violaciones de los Derechos Humanos, por lo que ha pedido a las autoridades investigar este tipo de acciones con "prontitud, transparencia e imparcialidad".
En ese sentido, ha subrayado la importancia de que las autoridades deben respetar el derecho a la libertad de expresión y de reunión pacífica, así como hacer que los responsables de las mencionadas violaciones rindan cuentas.
"Hemos tomado nota de las declaraciones de las autoridades de Bangladesh en el sentido de que ya no se despliegan vehículos con la marca de Naciones Unidas en su territorio", ha añadido, en referencia a los informes sobre el uso de este tipo de vehículos en la represión de las protestas.
Las protestas contra el sistema de cuotas -- que concedía un 30 por ciento de plazas a descendientes de combatientes de la guerra de independencia de Pakistán en una decisión discriminatoria según sus críticos -- han sido las más graves de la historia reciente del país. Organizaciones como Amnistía Internacional han acusado a las fuerzas de seguridad de practicar una política de represión contra los manifestantes y todavía no hay una cifra oficial de víctimas, pero medios nacionales, citando fuentes médicas, estiman en torno a 200 fallecidos y unos 20.000 heridos.