Israel amplía bombardeos contra Líbano; miles de personas huyen ante una guerra cada vez más extensa
Cruce fronterizo masnaa, líbano (ap) — israel amplió el sábado sus bombardeos sobre líbano y alcanzó los suburbios del sur de beirut con nuevos ataques aéreos, además de impactar por primera vez un campamento de refugiados palestinos en el norte del país, en un ataque contra combatientes de hezbollah y hamás.
Miles de personas en Líbano, incluyendo refugiados palestinos, seguían huyendo del conflicto en la región, al tiempo que se registraron marchas en todo el mundo para conmemorar el próximo aniversario del inicio de la guerra en Gaza.
Las fuertes explosiones comenzaron cerca de la medianoche y continuaron hasta el domingo luego que el ejército de Israel instó a los residentes a evacuar áreas en Dahiyeh, el conjunto de suburbios predominantemente chiíes en el extremo sur de Beirut. Un video de The Associated Press mostró explosiones iluminando los densamente poblados suburbios del sur, donde Hezbollah tiene una fuerte presencia. Se registraron un día de ataques esporádicos y el zumbido casi continuo de drones de reconocimiento.
El ejército de Israel confirmó que estaba atacando objetivos cerca de Beirut y afirmó que unos 30 proyectiles habían cruzado desde el Líbano hacia territorio israelí, algunos de los cuales fueron interceptados.
Según reportes, los ataques tuvieron como objetivo un edificio cerca de una carretera que conduce al único aeropuerto internacional del Líbano y otro edificio anteriormente utilizado por la emisora Al-Manar, dirigida por Hezbollah. Publicaciones en las redes sociales afirmaron que uno de los ataques alcanzó una instalación de almacenamiento de tanques de oxígeno, pero esto fue posteriormente negado por el propietario de la empresa, Khaled Kaddouha.
Poco después, Hezbollah informó a través de un comunicado que había atacado con éxito a un grupo de soldados israelíes cerca del asentamiento de Manara, en el norte de Israel, “con una gran andanada de cohetes que los alcanzó con precisión”.
El sábado, el ataque israelí contra el campamento de refugiados de Beddawi, cerca de la ciudad norteña de Trípoli, mató a un dirigente del ala militar de Hamás, junto con su esposa y sus hijas pequeñas, explicó el grupo insurgente palestino en un comunicado. Hamás indicó posteriormente que otro miembro de su ala militar murió en un atentado israelí en el valle de Bekaa, en el este de Líbano. Entre los daños se evidenciaron edificios destrozados, ladrillos esparcidos y escaleras que conducían a ninguna parte.
Israel ha matado a varios oficiales del ala militar de Hamás en Líbano desde el inicio de la guerra contra el grupo insurgente, además de a la mayoría de los principales líderes del grupo político-paramilitar Hezbollah en un momento en que la intensidad de los combates ha aumentado marcadamente.
Al menos 1.400 personas, incluyendo civiles, personal médico y combatientes de Hezbollah, han muerto y alrededor de 1,2 millones han tenido que abandonar sus hogares en menos de dos semanas. Israel afirma que sus ataques están dirigidos a los comandantes y al equipo militar de Hezbollah, y que su objetivo es alejar al grupo de la frontera mutua.
Hezbollah, la fuerza armada más poderosa del Líbano que, además cuenta con el respaldo de Irán, comenzó a lanzar cohetes contra Israel casi inmediatamente después del ataque perpetrado por Hamás el 7 de octubre, afirmando que era una muestra de apoyo a los palestinos. Hezbollah y el ejército israelí han intercambiado fuego casi a diario.
La semana pasada, Israel puso en marcha lo que denominó una operación limitada por tierra en el sur de Líbano, tras una serie de ataques en que murieron el líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, y otras personas. Los combates son los más sangrientos desde que Israel y Hezbollah libraron una breve guerra en 2006. Nueve soldados israelíes han muerto en los intensos enfrentamientos en tierra en que, según Israel, han sido abatidos 440 combatientes de Hezbollah.
El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, dijo a reporteros en Damasco que “tratamos de lograr un cese al fuego en Gaza y Líbano”. El ministro no mencionó a los países que han presentado iniciativas, y dijo que entre ellos hay Estados de la región y algunos que no son de Oriente Medio.
Araghchi hizo estas declaraciones un día después que el líder supremo de Irán elogiara los recientes ataques con misiles de ese país contra Israel, y dijera que la nación está preparada para volverlo a hacer si es necesario.
El sábado por la noche, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu declaró que “Israel tiene el deber y el derecho de defenderse y responder a estos ataques, y así lo hará”. Sobre el Líbano, advirtió que “aún no hemos terminado”.
El ejército israelí reportó el sábado que se habían disparado unos 90 proyectiles desde Líbano hacia territorio israelí. La mayoría de ellos fueron interceptados, pero algunos cayeron en la ciudad árabe de Deir al-Asad, en el norte del país, donde tres personas sufrieron heridas leves, según la policía.
Al menos seis personas murieron en más de una docena de ataques israelíes en la noche y la madrugada del sábado, según la Agencia Nacional de Noticias, la agencia noticiosa estatal libanesa.
En menos de dos semanas, cerca de 375.000 personas han cruzado de Líbano a Siria, huyendo de los ataques israelíes, de acuerdo con una comisión del gobierno libanés.
Periodistas de la AP pudieron ver a cientos de personas atravesando a pie el Cruce Fronterizo de Masnaa, aún cuando los ataques aéreos israelíes del jueves dejaron enormes cráteres en la carretera que conduce hacia el lugar. Se cree que gran parte del armamento de Hezbollah proviene de Irán a través de Siria.
“Estuvimos de viaje durante dos días”, dijo Issa Hilal, uno de los muchos refugiados sirios en el Líbano que ahora regresan. “Las carreteras estaban muy concurridas… fue muy difícil. Casi morimos al llegar hasta aquí.” Algunos niños gemían o lloraban.
Otras familias desplazadas ahora se refugian junto a la famosa Corniche costera de Beirut, con sus tiendas protegidas contra el viento a pocos pasos de casas de lujo. “No nos importa si morimos, pero no queremos morir a manos de Netanyahu”, dijo Om Ali Mcheik.
El ejército israelí indicó que sus fuerzas especiales llevaban a cabo ataques terrestres selectivos contra infraestructura de Hezbollah en el sur de Líbano y que destruyeron misiles, plataformas de lanzamiento, torres de vigilancia e instalaciones de almacenamiento de armas. Además, desmantelaron pozos de túneles empleados por el grupo armado para acercarse a la frontera israelí.
Desde el inicio de la guerra, hace casi un año, cerca de 42.000 palestinos han perdido la vida en Gaza, según el Ministerio de Salud palestino, cuyo conteo no distingue entre víctimas civiles y combatientes. Casi 90% de los residentes de Gaza ha sido desplazados en medio de una destrucción generalizada.
Autoridades médicas palestinas dijeron que los ataques israelíes realizados el sábado en el norte y el centro de Gaza provocaron la muerte de al menos nueve personas.
Uno de los ataques alcanzó a un grupo de personas en la localidad norteña de Beit Hanoun y mató al menos a cinco, incluyendo dos niños, según el Ministerio de Salud de Gaza. El otro impactó una vivienda en el norte del campo de refugiados de Nuseirat y causó al menos cuatro fallecidos, de acuerdo con directivos del hospital Awda.
El ejército israelí, que no realizó comentarios de momento sobre el incidente, suele acusar a Hamás de operar desde zonas con una densa población civil.
Un ataque aéreo israelí provocó la muerte de dos niños en el vecindario de Zaytoun en la Ciudad de Gaza, según el grupo de rescatistas de protección civil que opera bajo el gobierno controlado por Hamás.
Israel advirtió a los palestinos que evacúen las inmediaciones del estratégico corredor de Netzarim, en el centro del sitiado enclave, que fue uno de los principales obstáculos para alcanzar un alto el fuego al principio del verano. El ejército ordenó a los residentes en los campos de Nuseirat y Bureij que se marchen a Muwasi, una zona costera que designó como zona humanitaria.
Se desconoce cuántos palestinos residen en las zonas señaladas.
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Mroue reportó desde Beirut, Líbano, y Lidman desde Tel Aviv, Israel.