Israel: Ofensiva terrestre en Gaza, tanques en Deir al-Balah

Una iniciativa pone también en peligro la vida de los "trabajadores italianos y de las Naciones Unidas" presentes en una zona considerada segura, advirtió el ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Antonio Tajani, quien pidió enérgicamente el cese inmediato de los ataques.

"Estoy siguiendo personalmente la situación", enfatizó el jefe de la Farnesina, explicando que la unidad de crisis se puso en contacto con un trabajador italiano de la ONU.

"Es cierto que están disparando cerca de donde él se encuentra, un lugar donde no deberían dispararse".

Italia está entre los 25 países firmantes de una declaración conjunta en la que se pide "ahora" el fin de la guerra en la Franja, un llamamiento marcado por el ministerio de Relaciones Exteriores de Tel Aviv como "desconectado de la realidad".

"El sufrimiento de los civiles en Gaza alcanzó niveles nunca antes vistos", es el documento promovido por la Foreign Office británica y firmado por el Reino Unido, Italia, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Islandia, Irlanda, Japón, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, Nueva Zelanda, Noruega, Polonia, Portugal, Eslovenia, España, Suecia y Suiza, además de la comisaria de Igualdad de la UE, la belga de origen argelino Hadja Lahbib.

"El modelo de distribución de la ayuda del gobierno israelí es peligroso, alimenta la inestabilidad y priva a los ciudadanos de Gaza de la dignidad humana. Condenamos la distribución a goteo de la ayuda y el asesinato inhumano de civiles, incluidos niños, que tratan de satisfacer sus necesidades más elementales, como agua y alimentos", se afirmó entre otras cosas al día siguiente de la enésima matanza de civiles en fila para las ayudas, más de 90 muertos en la más sangrienta desde el inicio del conflicto.

Episodios que los 25 países llaman "horribles".

Israel rechaza la declaración "desconectada de la realidad", afirmando que "envía un mensaje equivocado a Hamás" que "inició esta guerra y la está prolongando" y es "la única parte responsable de la falta de un acuerdo para la liberación de los rehenes y el alto el fuego".

En tanto, la guerra sigue cobrándose víctimas: más de 130 en las últimas 24 horas, con un balance total que se acerca ya a los 60.000 muertos palestinos.

Una cuenta trágica destinada a crecer, a juzgar por los testimonios que describieron los masivos ataques aéreos en Deir al-Balah donde luego avanzaron los tanques para lanzar la operación terrestre.

Según los medios de comunicación israelíes, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) están convencidas de que Hamás tiene rehenes israelíes en la zona, una de las pocas que aún permanecen en pie en Gaza.

El asalto comenzó después de una orden de evacuación para las más de 50.000 personas de Deir al-Balah: sube así en total a casi el 90% del territorio de la Franja bajo control o teatro de acciones militares del ejército de Israel, estimó la ONU.

La situación humanitaria está cada vez más a punto de derrumbarse: solo en las últimas horas murieron al menos 19 palestinos por hambre, incluida una niña de cuatro años.

Caritas advirtió que existe el riesgo de hambruna, mientras que la ONU denunció un aumento del 40% en el precio de los alimentos y recordó que con sus ayudas bloqueadas fuera de la Franja podría alimentar a la población durante "tres meses".

A miles de kilómetros de distancia, las autoridades de Bruselas detuvieron e interrogaron a dos soldados israelíes sospechosos de haber cometido crímenes de guerra en Gaza, tras una denuncia presentada por la Fundación Hind Rajab y la Global Legal Action Network (Glan). Se los acusa de crímenes de guerra, genocidio, ataques contra civiles, tortura y desplazamiento forzado. (ANSA).

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