JD Vance y el papa Francisco, dos católicos con divergencias y puntos en común

El vicepresidente de Estados Unidos, un católico ferviente que defiende valores conservadores, fue recibido este sábado en el Vaticano por el número dos de la Santa Sede, donde el papa predica a favor de una Iglesia más abierta y por los derechos de los migrantes.

El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, tuvo una audiencia el sábado con el secretario de Estado de la Santa Sede, el número dos del Vaticano, el cardenal italiano Pietro Parolin.

Sin embargo no se reunió, al menos públicamente, con el papa Francisco, aún convaleciente de una grave neumonía, en la víspera de la Pascua, la celebración más importante del calendario cristiano.

Aún no se sabe si JD Vance se reunirá con el papa, líder espiritual de más de 1.400 millones de católicos, pero ambos podrían verse el domingo durante la misa de Pascua en la plaza de San Pedro, aunque no hay ningún anuncio oficial.

A pesar de su diferencia de edad --Vance tiene 40 años y Francisco 88--, parece que existen fracturas ideológicas entre el estadounidense de familia obrera evangélica, pero convertido al catolicismo a los 35 años, y el jesuita argentino descendiente de inmigrantes italianos.

En cambio, sus puntos en común "son bastante numerosos", matiza François Mabille, director del Observatorio Geopolítico de la Religión en el Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas (IRIS) de París.

"Está la lucha contra las teorías de género, todo lo que atañe igualmente a la libertad religiosa tal y como lo ve Vance. Las críticas que hizo en su visita en Europa son críticas que se ven en la administración" de Francisco, argumenta en una entrevista con AFP.

El vicepresidente estadounidense denunció en febrero en Múnich el "retroceso" de la "libertad de expresión" en el Viejo Continente.

Sobre "los aspectos de la guerra de valores", ambos comparten "un conservadurismo social, opuesto al aborto, al 'wokismo' [término usado para referirse a quienes defienden derechos de minorías] y, en parte, a la homosexualidad", insiste Mabille.

El experto ve al número dos de Trump como un convertido que muestra "un catolicismo de combate por un Estados Unidos posliberal".

- "Oportunidad" -

JD Vance es muy cercano al ala conservadora de la Iglesia, opuesta a Francisco. Pero François Mabille estima que hay posibles terrenos de entendimiento sobre algunos temas, como la resolución del conflicto en Ucrania.

"Podría existir una oportunidad para la Santa Sede para volver a hacerse oír", comenta en referencia a este asunto, sobre el cual el sumo pontífice hizo numerosos llamamientos a favor de la paz.

A ambos les convendría esconder sus diferencias bajo la alfombra, en especial sobre el delicado asunto de los migrantes, tratado el sábado con el sacerdote Parolin en un encuentro que el Vaticano calificó de "cordial".

El papa argentino provocó el sábado la indignación de la Casa Blanca al condenar las expulsiones masivas de migrantes promovidas por Donald Trump, calificándolas de "importante crisis".

Vance, exmilitar, autor de éxito y voz de los desfavorecidos de Estados Unidos, adoptó con los migrantes un tono cercano al de las formaciones de extrema derecha europeas.

Criticó abiertamente a la Conferencia de Obispos Católicos estadounidense, después de que esta denunciara la intención manifiesta de la administración Trump de detener migrantes sin papeles hasta en escuelas y lugares de culto.

"Amas a tu familia, a tus vecinos, a tu comunidad y a tus compatriotas y, finalmente, das prioridad al resto del mundo", dijo Vance en una entrevista con la cadena Fox New en enero, retomando un concepto de San Agustín.

El jesuita, como respuesta, pidió "meditar en el amor que construye una fraternidad abierta a todos, sin excepción".

Otro punto de desacuerdo es el islam. "Los nacionalistas cristianos [...] defienden una civilización cristiana. Algo que no se ve en Francisco, que tiene una política de apertura y diálogo", señala Mabille.

JD Vance es un detractor de las políticas de "diversidad, igualdad e inclusión" que buscan promover la igualdad de oportunidades.

Jorge Bergoglio por su parte se mostró dispuesto desde su elección en 2013 a abrir la Iglesia a las mujeres, a las que ascendió a puestos de responsabilidad en el Vaticano, y también autorizó la bendición a parejas del mismo sexo.

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