La Fiscalía de México abre investigación sobre el presunto secuestro denunciado por Ismael 'El Mayo' Zambada
La Fiscalía de México ha abierto una investigación sobre el presunto secuestro denunciado por el líder del cártel de Sinaloa, Ismael 'El Mayo' Zambada, quien acusó a Joaquín Guzmán, hijo del capo de capos Joaquín 'Chapo' Guzmán, de entregarlo contra su propia voluntad a las autoridades estadounidenses el pasado 25 de julio.
Entre los posibles delitos que se investigan se encuentran operar un vuelo ilícito, usar de forma ilícita instalaciones aéreas, violar la legislación migratoria y aduanera, secuestro y traición a la patria en virtud del Artículo 123 del Código Penal mexicano.
La Fiscalía ha informado en un comunicado de que ha abierto diligencias en el Aeropuerto de Santa Teresa, Nuevo México, y de que ha solicitado al gobernador del estado de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, información sobre este caso.
Asimismo, se ha pedido "con carácter urgente" a la Fiscalía del citado estado que deje en manos de las autoridades federales las pesquisas abiertas por el "homicidio" del exalcalde de Culiacán Héctor Cuen Ojeda, quien apareció muerto ese mismo día al recibir varios disparos por parte de un par de supuestos atracadores cuando se encontraba en una gasolinera.
Esto se produce después de que Zambada publicara una carta en la que asegura que el secuestro comenzó cuando acudió bajo engaño a un encuentro en un rancho a las afueras de Culiacán en el que presuntamente iba a arreglar diferencias entre Rocha Moya y Cuen.
Tras ser recibido en persona por el hijo del 'Chapo', Zambada explica que le hicieron entrar en una "habitación oscura" donde fue inmediatamente "emboscado" por un grupo de hombres que le pusieron una capucha en la cabeza tras darle una paliza y le metieron esposado en el avión donde, acompañado de Joaquín Guzmán, acabó siendo entregado a las autoridades estadounidenses en El Paso (Texas).
El gobernador de Sinaloa desmintió por completo la versión de 'El Mayo' durante un evento público acompañado por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador. "No tengo, ni tendría, ninguna razón para asistir a una reunión con alguien del crimen organizado", indicó.