Libertadores: Gabriel Milito, el 'Guardiola sudamericano', busca la gloria con Atlético Mineiro
Buenos aires (ap) — “el pep guardiola sudamericano” lo denominan, quizá precipitadamente. lo cierto es que el argentino gabriel milito, quien pregona la misma ideología futbolística de su extécnico en el barcelona, está a apenas un partido de escribir historia conduciendo al atlético mineiro a su segunda copa libertadores.
“Ahora vamos por la gloria eterna de verdad”, afirmó el entrenador de 44 años tras despojar al poderoso River Plate de la ilusión de jugar la final en casa propia.
Un 3-0 global depositó al “Galo” en la contienda netamente brasileña el sábado Buenos Aires, ante un Botafogo que se estrena en tales lides.
De ser duramente criticado y exigida su dimisión, a una suerte de veneración. La mitad de Belo Horizonte terminó enamorándose de este otrora zaguero central que meses antes, tras una serie de derrotas abultadas achacadas a ideas que sus detractores consideran dogmáticas, había experimentado el vértigo de estar parado en la cuerda floja.
Milito siempre intentó que sus equipos fueran consecuentes con su paladar: control de pelota a rajatabla, presión asfixiante en campo contrario, y mucha agresividad y dinámica hasta que dure la batería.
Sin embargo, esta vez “Gaby” fue flexible, supo cambiar. Ajustó ciertas piezas y convirtió al Atlético en un conjunto menos vistoso y más equilibrado: hoy sabe esperar a su rival para llegado el caso dañarlo de contraataque, gentileza de Paulinho, Hulk o Deyverson.
En su cruzada, el “Mariscal” —apodo que se debe a su firmeza y voz de mando como defensor— no está solo, sino rodeado de un “ejército” de jugadores “latinos” que aportan desde dentro o desde fuera: los argentinos Renzo Saravia, Fausto Vera, Rodrigo Battaglia y Matías Zaracho, el paraguayo Junior Alonso, el uruguayo Mauricio Lemas, el ecuatoriano Alan Franco, el colombiano Braian Palacios y el chileno Eduardo Vargas.
Así, Milito sacó pasaporte a la final en el Estadio Monumental, donde aspira a levantar su segundo trofeo como entrenador. En sus anteriores experiencias en los banquillos de Estudiantes de La Plata, Independiente, O’Higgins de Chile y Argentinos Juniors no lo había conseguido.
En contraposición, ni bien recaló en Belo Horizonte en marzo, a Milito se le abrió la vitrina: Atlético obtuvo la Copa de Minas Gerais ante su clásico rival Cruzeiro. Y estuvo cerca de conseguir un doblete con la Copa de Brasil, perdida recientemente a manos de Flamengo.
Identificado principalmente con Independiente, el club en el que se formó y se retiró, se ubica en la vereda opuesta de su hermano Diego, estandarte del otro grande de Avellaneda, el Racing Club flamante campeón de Copa Sudamericana y del que es candidato a presidente.
Además de jugar en el “Rojo” y en la selección argentina, “Gaby” se desempeñó en Europa, con las camisetas de Real Zaragoza y Barcelona, Viejo Continente al que aspira a volver en algún momento con el buzo de entrenador.
Si finalmente el “Galo” consigue el sábado amansar a su contrincante brasileño y adueñarse de la Libertadores, probablemente Mariscal estará más cerca de cruzar el Atlántico.