Los exiliados rusos lloran al "inmortal" Navalni y culpan a Putin de su "asesinato"
Destacados críticos del Kremlin y rusos de a pie autoexiliados culparon este viernes al presidente Vladimir Putin del "asesinato" del líder opositor Alexéi Navalni, convencidos de que su muerte lo convertirá en "inmortal" y en una amenaza mayor para el dirigente ruso.
Los partidarios del hombre que era considerado como el preso más importante de Rusia estaban devastados y llevaban flores a las embajadas de Moscú en las capitales extranjeras, como forma de protesta.
"Navalni es eterno", rezaba una pancarta frente a la delegación diplomática rusa en Copenhague. "Rusia mata", decía otra sostenida por un activista en París.
Las autoridades rusas dijeron que Navalni, de 47 años, murió de forma repentina en su prisión del Ártico. El anuncio se produjo cuando Putin se prepara para prolongar sus dos décadas en el poder con unas nuevas elecciones presidenciales en marzo.
Navalni, un carismático abogado, era considerado el principal líder de la oposición rusa y el único político capaz de reunir grandes multitudes, como símbolo de una Rusia alternativa que respetaría los derechos humanos y viviría en paz con sus vecinos.
"¡Qué pesadilla!", dijo en las redes sociales el político opositor en el exilio Dmitri Gudkov, de 44 años, para quien "la muerte de Alexéi es un asesinato, organizado por Putin".
"Aunque muriera por causas 'naturales', éstas fueron provocadas por su envenenamiento y posterior tortura en prisión", agregó este hombre que, durante años, convocó junto a Navalni las protestas de la oposición, cuando aún estaban permitidas.
Navalni sobrevivió a duras penas a un envenenamiento con el agente nervioso de diseño soviético Novichok en 2020. Tras recibir tratamiento en Alemania, regresó a Rusia en 2021 e inmediatamente fue detenido y posteriormente encarcelado.
Su regreso marcó una nueva ola de represión en Rusia y los últimos vestigios de disidencia fueron aplastados cuando Putin envió tropas a Ucrania en febrero de 2022.
Todos los destacados críticos contra el Kremlin están en la cárcel o en el exilio, y cientos de miles de rusos han abandonado el país.
- "No temo a la muerte" -
El reconocido escritor ruso Boris Akunin, que vive en un exilio autoimpuesto en Europa, dijo que Navalni se había convertido en "inmortal". "No hay nada más que el dictador pueda hacerle", aseguró a la AFP.
"También creo que un Alexéi Navalni asesinado será una amenaza mayor para el dictador que uno vivo", agregó el hombre de 67 años.
Putin podría ahora intensificar la represión para ahogar la disidencia restante y "lanzar una campaña de terror en el país", estimó Akunin, para quien el deceso de Navalni era "una enorme pérdida personal".
El pasado otoño boreal, el opositor fallecido le aseguró en una carta desde la cárcel que creía en Dios y en la ciencia. "Creo que Rusia será feliz y libre", escribió. "Y no creo en la muerte".
Lev Ponomarev, un veterano activista de derechos humanos que vive en París, dijo que su deceso era un desafío, pero que los rusos debían seguir luchando por la democracia.
"Este es un acontecimiento histórico que debería unirnos a todos", dijo a la AFP este hombre de 82 años, de camino a una concentración frente a la embajada rusa. "Tenemos que actuar juntos".
- Navalni, en la papeleta -
Sin embargo, los analistas políticos afirman que no existe unidad entre los miembros de la oposición rusa que viven en el exilio.
El exmagnate Mijail Jodorkovski, que pasó una década en prisión en Rusia y posteriormente se enfrentó con frecuencia con Navalni, dijo que Putin era responsable de su "prematura" muerte.
Este político de 60 años y en el exilio hizo un llamamiento a los rusos para que acudieran a los colegios electorales el 17 de marzo y escribiesen el nombre de Navalni en las papeletas en señal de desafío.
Muchos rusos de a pie se declararon conmocionados. "Me siento vacía", dijo Olga Kokorina, de 45 años, que junto a decenas de rusos lloraron en París la muerte de Navalni. Algunos portaban banderas blancas y azules, símbolo de la oposición rusa.
Kokorina afirmó que su muerte significaba que las autoridades rusas no se detendrían ante nada para aplastar a la disidencia. "Ya no se trata de intimidación, sino de eliminación", declaró a la AFP.
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