Los sirios votan en unas legislativas en las que se esperan pocas sorpresas
Los electores sirios de las zonas controladas por el gobierno votan este lunes en las cuartas elecciones legislativas desde el inicio de la guerra civil en 2011, que deberán mantener en el poder al partido gobernante del presidente Bashar al Asad.
El partido Baas, en el poder desde 1963, y sus aliados laicos de izquierda y nacionalistas árabes se presentaron a estos comicios sin casi oposición. La única alternativa son los candidatos independientes.
Más de 1.500 personas se presentan para ocupar los 250 escaños del Parlamento, en unos comicios organizados cada cuatro años.
Según el sistema en vigor en Siria, 127 escaños están reservados para candidatos de profesiones obreras o de la agricultura. El resto son para otras profesiones.
"Debemos asumir la responsabilidad de elegir a buenas personas y no repetir los errores del pasado votando a los habituales que no pueden cambiar nada", declaró Bodoor Abu Ghazaleh, una empleada del Ministerio de la Salud de 49 años que votó en Damasco, la capital.
El gobierno sirio, respaldado por Irán y Rusia, sus principales aliados, retomó el control de una gran parte de su territorio, que perdió a inicios de la guerra en 2011.
El conflicto, que dejó más de medio millón de muertos, estalló con la represión de las manifestaciones prodemocracia y se fue complicando con el paso de los años, con la implicación de actores regionales, potencias extranjeras y grupos yihadistas en un territorio cada vez más fragmentado.
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