Mahmud Amadinejad registra su precandidatura a las elecciones presidenciales de Irán
El expresidente de Irán Mahmud Ahmadinejad ha depositado este domingo su precandidatura a las elecciones presidenciales del próximo 28 de junio en un nuevo intento para regresar a primera línea política después de que las autoridades clericales del país le impidieran participar en las elecciones de 2017 y 2021.
Ahmadinejad ha entregado la documentación pertinente en la sede del Ministerio del Interior, en la capital del país, Teherán, rodeada de decenas de simpatizantes del exmandatario, según informa la agencia semioficial iraní Mehr, al comienzo del cuarto día de presentación de candidaturas a unos comicios declarados por necesidad tras la muerte del presidente Ebrahim Raisi en accidente de helicóptero el pasado 19 de mayo.
Aunque Ahmadinejad cumple por ahora con los requisitos previos para presentar su precandidatura, queda por ver si pasa la criba del Consejo de los Guardianes, uno de los organismos más poderosos del país, encargado de seleccionar a los candidatos definitivos y conocido por eliminar a todos aquellos que no se adhieren a la doctrina del estamento clerical iraní, verdadero dominador del país.
Ello representa un serio problema para Ahmadinejad, caído en desgracia durante los últimos años de su mandato (2005-2013) y que desde entonces se ha convertido en un acérrimo crítico de las autoridades hasta el punto de que el líder supremo iraní, el gran ayatolá Alí Jamenei, le acusó en 2018 de "comportarse como lo hacen los enemigos del país".
El expresidente es una de las figuras más polarizadoras de las últimas décadas de la política iraní, incluso en el seno de los conservadores. Conocido por la explosividad de sus discursos, durante su mandato proclamó que los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York fueron orquestados por las propias autoridades estadounidense y ha negado en varias ocasiones la existencia del Holocausto, un fenómeno "inventado" para justificar la creación de Israel.
Pero, sobre todo, su nombre está asociado a las polémicas elecciones presidenciales de 2009 en las que revalidó mandato en medio de enormes protestas populares a favor de los candidatos reformistas Mir Hosein Musavi y Mehdi Karrubi, que denunciaron fraude electoral. La llamada Revolución Verde se saldó con entre 30 y 70 muertos, según estimaciones oficiales o de la oposición y más de 4.000 detenidos.
A pesar de sus constantes encontronazos con las más altas autoridades del país, Ahmadinejad continúa relativamente integrado dentro de las instituciones iraníes como miembro de la Asamblea de Discernimiento de Conveniencia del Sistema, un organismo encargado de resolver discrepancias entre el Parlamento iraní y el propio Consejo de los Guardianes, así como de asesorar en ciertos temas al líder supremo iraní.