Más de 600 bicicletas compartidas desaparecen cada semana en París
"No sabemos dónde están", asegura el organismo público que gestiona el sistema de bicicletas compartidas Vélib' en París, que "alerta" del nivel de vandalismo con la desaparición...

“No sabemos dónde están”, asegura el organismo público que gestiona el sistema de bicicletas compartidas Vélib’ en París, que “alerta” del nivel de vandalismo con la desaparición de más de 600 cada semana.
La bicicleta se ha convertido en uno de los principales modos de transporte en París y sus suburbios, en un contexto de políticas locales para limitar el tráfico de autos e impulsar formas de desplazarse menos contaminantes.
Desde 2007, la región de París cuenta con un sistema de bicicletas compartidas que actualmente debería contar con 20.000 unidades en circulación, entre tradicionales y las que disponen de asistencia eléctrica, según el organismo público que los gestiona, Agemob.
Pero “en este momento, nos faltan 3000”, indicó a AFP su presidente Sylvain Raifaud. “Solo son unos pocos cientos de infractores, pero es suficiente para desestabilizar el sistema”, agregó.
“El fenómeno de vandalismo siempre ha existido, pero estaba relativamente contenido”, pero “ahora estamos en alerta, ya que el número de bicicletas abandonadas es tres veces superior al habitual” desde hace un mes, asegura.
En concreto, 640 de estas populares bicicletas grises decoradas con partes verdes, cuando son mecánicas, y azules, cuando son eléctricas, desaparecen cada semana, frente a unas 230 habitualmente.
¿Cómo es posible? Los infractores sacuden las bicicletas hasta desbloquearlas y, cuando se bloquean automáticamente de nuevo 24 horas después, las abandonan, explica el presidente de Agemob.
Pero localizarlas es una tarea complicada, al carecer de chip GPS. Smovengo, el operador de este servicio público, ha contratado incluso 16 personas más para buscarlas.
Entre las razones de este aumento, Raifaud se pregunta si son “acciones un poco coordinadas” o si circula “un tutorial” sobre cómo desbloquear una de sus bicicletas de forma gratuita.
En su opinión, esto impacta en los usuarios, ya que “las bicicletas que están disponibles se usan mucho más, están mucho más desgastadas”, especialmente las eléctricas, que tienen mayor demanda y no tienen tiempo “para recargarse”.
El servicio es cada vez más solicitado: en mayo Vélib’ registró un 16% más de trayectos que en el mismo período del año anterior.
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