Miles de personas acuden al funeral de rehén estadounidense-israelí asesinado en gaza
Por Emily Rose
JERUSALÉN, 2 sep (Reuters) - Miles de personas se alinearon el lunes en las calles de Jerusalén para despedir al rehén estadounidense-israelí asesinado, Hersh Goldberg-Polin, uno de los rostros más conocidos de los secuestrados por Hamás el 7 de octubre. El cuerpo de Goldberg-Polin, junto con los de otros rehenes como Carmel Gat, Eden Yerushalmi, Alexander Lobanov, Almog Sarusi y Ori Danino, fue recuperado por las tropas israelíes el domingo, provocando una oleada de dolor y rabia entre los israelíes traumatizados por uno de los ataques más devastadores de la historia de su país.
"Siento que era como un símbolo de los rehenes", dijo a Reuters Amnon Sadovsky, un profesor de 70 años. "Necesitamos que haya humanidad para todas las personas: para los judíos y para los árabes". Goldberg-Polin, de 23 años, que emigró a Israel desde California a la edad de siete años, se encontraba en el festival de música Nova, en el sur de Israel, el 7 de octubre, celebrando su cumpleaños, cuando los militantes dirigidos por Hamás lanzaron su ataque, matando a 1200 personas y tomando 253 rehenes. Las imágenes grabadas durante el ataque mostraban a varios militantes de Hamás rodeando el refugio de carretera en el que se escondía y lanzando granadas a través de la puerta. La mayoría de los que se escondían dentro murieron, mientras que Hersh perdió la parte inferior de su brazo izquierdo.
Un video mostró cómo lo subían junto con otros rehenes a una camioneta, con la herida claramente visible. La última vez que se le vio con vida fue en un video de Hamás difundido en abril, en el que se dirigía al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y después a su familia, dando la primera señal pública de que había sobrevivido a sus heridas.
El domingo, tras la devolución de los cadáveres, una autopsia reveló que él y los otros cinco rehenes habían sido tiroteados a quemarropa en las 48 horas anteriores a la llegada de las fuerzas israelíes, que recuperaron los cuerpos en un túnel bajo Gaza.
En un pintoresco barrio de Jerusalén cercano al lugar donde vivía su familia, pancartas rojas y blancas con su imagen -un joven sonriente con la camisa abierta y una pequeña barba- cubren las calles y cuelgan de los balcones, con el mensaje "Libertad a Hersh". La muerte de los seis, tras casi 11 meses de cautiverio, desencadenó una oleada de protestas, con unas 500.000 personas saliendo a la calle en Jerusalén y Tel Aviv el domingo por la noche, que continuaron el lunes con una huelga general para presionar al primer ministro Benjamin Netanyahu para que devolviera a los rehenes a casa. Las conversaciones para traer de vuelta a los rehenes y poner fin a los combates en Gaza, donde la campaña de Israel para aplastar a Hamás ha destruido gran parte de la Franja de Gaza y ha matado a más de 40.000 personas, según cifras palestinas, se han estancado. Los padres de Hersh, Rachel y Jon Goldberg-Polin, han trabajado incesantemente para concienciar sobre la difícil situación de los rehenes desde el secuestro de su hijo, reuniéndose con funcionarios, entre ellos el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. (Reportaje adicional de Maayan Lubell; Editado en español por Héctor Espinoza)