Pese a sus últimas derrotas, Nadal mira con ambición al 2023
Rafael Nadal no está ganando, pero sí está jugando y se siente capaz de encadenar partidos y de competir, por lo que este martes, tras su segunda derrota en otros tantos partidos en el Masters de Turín, miraba con ambición la temporada 2023.
El español, de 36 años, al que solo le queda un partido en el Masters, tiene una mínima esperanza de llegar a las semifinales y ya piensa en el próximo año.
"Tengo que aceptar que mi temporada 2023 comienza mañana. Lo único que puedo hacer es trabajar para darme la oportunidad de jugar bien en 2023 (...) No creo que haya olvidado cómo jugar al tenis, ni cómo ser fuerte mentalmente. Solo tengo que conseguir la confianza que necesito para jugar al nivel que quiero", dijo.
¿Será capaz de repetir la hazaña de esta temporada cuando, tras una pausa de seis meses por dolores en el pie en 2021, regresó en 2022 y ganó los dos primeros Grandes del año (el Open de Australia y Roland Garros, elevando su récord de títulos de Grand Slam a 22) y alcanzó las semifinales de Wimbledon, donde un desgarro abdominal le obligó a retirarse antes de un interesante duelo contra Nick Kyrgios?
- "Dispuesto a morir" -
"No sé si volveré a ese nivel, pero no tengo ninguna duda de que estoy dispuesto a morir para intentarlo", promete el mallorquín, cuya fuerza de voluntad es sin duda un rasgo característico del balear.
"¿Qué pasará en Australia? No sé, todavía queda un mes y medio para trabajar duro, ser positivo, aceptar el reto y aceptar que seguramente tendremos que sufrir un poco más", dice.
Como en 2021, la segunda parte de 2022 se vio truncada por su lesión abdominal y, en su vida privada, por el nacimiento de su primer hijo.
Siempre ha destacado los "meses muy difíciles" que ha tenido desde Wimbledon.
Por ello, hace una valoración bastante positiva de las últimas semanas, considerando los resultados "decepcionantes" pero "lógicos".
"El simple hecho de estar ahí (en el Masters) es positivo (...) Poder jugar dos torneos en tres semanas es positivo, hacía tiempo que no lo hacía", apuntó.
En Turín también tenía la oportunidad de volver a ser número uno del mundo por primera vez desde el 3 de febrero de 2020 y de terminar la temporada en lo más alto de la clasificación por sexta vez, como Pete Sampras. Solo Novak Djokovic lo ha hecho mejor (7).
- "Nunca más" -
Para alcanzar el número 1, Nadal tendría que haber ganado el torneo, lo que descartó él mismo este martes tras perder con Auger-Aliassime, dos días después de caer ante Taylor Fritz. Ahora, solo una improbable combinación de circunstancias le permitiría clasificarse para las semifinales de las ATP Finals.
Pero este acto fallido no entra en absoluto en sus consideraciones.
"Terminar la temporada como número 1 habría sido un logro, especialmente en esta etapa de mi carrera. Pero ya lo he dicho antes, llegar a ser el número 1 no será nunca más un objetivo para mí", zanjó.
"Si ocurre, porque la situación lo quiere, ¡fantástico! Pero mi cuerpo, mi edad y mi situación personal ya no me permiten convertirlo en un objetivo", insiste.
En 2022, su cuerpo, tan castigado por las lesiones durante años, solo le permitió jugar doce torneos, incluido el Masters, y ganar cuatro.
En comparación, su compatriota Carlos Alcaraz, que a los 19 años se convirtió en el número 1 del mundo más joven desde el inicio de la clasificación de la ATP (1973) al ganar el US Open en septiembre, ha jugado 17 y ha ganado cinco, pero solo un torneo de Grand Slam por los dos de Nadal.
"Es difícil luchar contra jóvenes que son muy fuertes y pueden jugar todos los torneos que quieran. Es normal que estén en la posición en la que yo estaba hace 15 años", dijo Nadal.
Él estaba en la posición de estos jóvenes lobos hace quince años. ¿Estarán ellos, cuando lleguen a la edad de Nadal, en condiciones de luchar por los títulos de Grand Slam y el número 1?
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