puigdemont enfrenta una posible detención mientras sus partidarios aclaman su regreso a españa
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Por Joan Faus
MADRID, 8 ago (Reuters) -
Desafiando una orden de detención en su contra, el exlíder independentista catalán Carles Puigdemont apareció el jueves en la ciudad española de Barcelona tras siete años de exilio autoimpuesto, en su intento de reavivar un debilitado movimiento independentista.
Puigdemont habló a una multitud de miles de seguidores en la capital catalana, que se habían reunido cerca del Parlamento regional, ondeando banderas independentistas catalanas y mostrando carteles con su rostro.
El político, de 61 años, huyó a Bélgica hace siete años tras fracasar su intento de independencia y desde entonces vive en el exilio. Ahora es probable que sea detenido por una orden de arresto pendiente por presunta malversación, que él niega.
El miércoles, Puigdemont anunció que había iniciado su "viaje de regreso desde el exilio", diciendo que seguía comprometido a asistir a la sesión del jueves del Parlamento catalán para jurar el cargo del nuevo líder de la región tras las elecciones de mayo, en las que el partido de Puigdemont quedó en segundo lugar.
"Que para hacerlo me arriesgue a una detención que sería arbitraria e ilegal es una evidencia de la anomalía democrática que tenemos el deber de denunciar y combatir", dijo en un vídeo publicado en las redes sociales.
Su detención podría retrasar la investidura de un Gobierno socialista en Cataluña y poner en peligro la frágil alianza del Gobierno nacional con Junts, de la que depende para el apoyo legislativo.
El edificio del Parlamento regional, situado en el centro de Barcelona, fue vallado y rodeado por agentes de los Mossos d'Esquadra, la policía catalana.
Varios furgones policiales se encontraban en las inmediaciones después de que el grupo de protesta CDR convocara a sus miembros a asistir a la concentración.
Entre la multitud se encontraban altos cargos de Junts, incluido el presidente del Parlamento de Cataluña, Josep Rull.
Riesgo de cárcel
"Representa el retorno de un símbolo", dijo Xavier Vizcaíno, de 63 años, envuelto en una bandera independentista.
Ante el riesgo de ser encarcelado, Vizcaíno dijo no tener claras las intenciones de Puigdemont, pero confió en que su regreso suponga un impulso hacia la independencia.
"Espero que sea un estímulo que ayude al movimiento a recuperar energías y esfuerzos", dijo. "Quiero creer que hay un plan bien estructurado detrás de su regreso".
El partido de extrema derecha Vox iba a celebrar una contramanifestación frente al Parlamento. Su secretario general, Ignacio Garriga, dijo en la red social X que "no toleraremos la humillación de ver a un delincuente y prófugo de la justicia entrar al Parlament".
La votación para investir al socialista Salvador Illa, que contará con el apoyo del partido independentista de izquierdas ERC tras un acuerdo bilateral la semana pasada, comenzó pasadas las 10:00 hora local (0800 GMT).
Los socialistas esperan que la toma del control en Cataluña tras una década de Gobierno independentista pase página a la campaña independentista, que ha ido perdiendo apoyos en los últimos años.
El Congreso español aprobó en mayo una ley de amnistía para indultar a los implicados en el fallido intento de secesión de 2017, pero el Tribunal Supremo mantuvo las órdenes de arresto contra Puigdemont y otras dos personas acusadas también de malversación, dictaminando que la ley de amnistía no se aplica a ellos.
Puigdemont insiste en que el referéndum no fue ilegal y que, por tanto, los cargos que se le imputan carecen de fundamento.
Vestida con una camiseta y ondeando una bandera con la cara de Puigdemont y el lema "No se rinde", Susana Masnou, de 41 años, describió su regreso como un acto de "desobediencia democrática" para asegurarse de que se le aplica la ley de amnistía.
"Es un hombre muy valiente, con convicciones, que se juega la vida para sacar adelante el país", dijo. (Información de David Latona, Joan Faus, Horaci Garcia y Michael Gore; escrito por David Latona y Charlie Devereux; editado por Sandra Maler y Sharon Singleton; editado en español por Mireia Merino)