¿Qué hay detrás del aumento de ataques y secuestros de trenes en el suroeste inestable de Pakistán?

ISLAMABAD (AP) — Baluchistán, la olvidada provincia suroccidental de Pakistán, ha sido escenario de una insurgencia que lleva años, con un aumento drástico en los ataques en los últimos años que subraya las dificultades que enfrenta el gobierno de Islamabad para lidiar con múltiples amenazas a la seguridad.

La toma el martes de un tren de pasajeros por parte del proscrito Ejército de Liberación de Baluchistán (BLA, por sus siglas en inglés) llevó la insurgencia a un nuevo nivel con la primera operación de gran escala de este grupo miliciano.

Los insurgentes tomaron como rehenes a cientos de pasajeros a bordo del Jafer Express antes que las fuerzas paquistaníes informaran el miércoles que habían matado a los 50 milicianos. El ejército indicó que los agresores mataron a 21 pasajeros y que todos los demás fueron rescatados.

¿Quiénes son los separatistas y por qué luchan?

Baluchistán es la provincia más grande de Pakistán y la menos poblada del país. También es un centro para la minoría étnica baluch, cuyos miembros afirman que enfrentan discriminación por parte del gobierno.

Los separatistas han luchado desde principios de la década de 2000 por autonomía —si no por independencia total— de Islamabad y por una mayor participación en los recursos naturales de los que abunda la provincia subdesarrollada, como el gas natural, el petróleo y los minerales.

A lo largo de los años, el BLA ha crecido en fuerza, lo que ha llevado a algunos analistas a afirmar que el grupo hoy se compara con el Talibán paquistaní en términos de la amenaza que representa para el país.

El BLA ha atacado regularmente a las fuerzas de seguridad paquistaníes y también ha atacado en el pasado a civiles, incluyendo ciudadanos chinos que trabajan en proyectos multimillonarios relacionados con el Corredor Económico China-Pakistán. También ha llevado a cabo ataques más allá de Baluchistán, incluyendo en Karachi, la ciudad más grande de Pakistán.

Aunque el gobierno insiste en que ha reducido significativamente la violencia, los ataques en Baluchistán no han cesado. Grupos milicianos islámicos también operan en la provincia.

¿Por qué ahora?

El BLA, que tanto Pakistán como Estados Unidos han designado como organización terrorista, se estima que tiene alrededor de 3.000 combatientes y rápidamente reclamó la autoría del ataque del martes.

El grupo busca establecer un estado baluch independiente, que abarque territorios en Pakistán, Irán y Afganistán donde vive el grupo étnico baluch.

Islamabad sostiene que el BLA recibe apoyo de la vecina India, un rival y, al igual que Pakistán, una nación armada nuclearmente, aunque Nueva Delhi ha desestimado la acusación. El gobierno paquistaní también señala que existe un grado de cooperación entre el BLA y el principal grupo miliciano del país, el Talibán paquistaní.

Los analistas afirman que el BLA se ha sentido más empoderado desde que el Talibán paquistaní terminó un alto el fuego con el gobierno en noviembre de 2022, lo que ha alentado más ataques milicianos en todo el país.

¿Cuál es el panorama más amplio?

Aparte de la rivalidad con India, Pakistán también ha tenido una relación tensa con el vecino Irán, lo que contribuye a la inseguridad en Baluchistán.

Los dos países comparten una frontera de 900 kilómetros (560 millas), que permanece en gran medida sin gobernar, permitiendo que contrabandistas y grupos rebeldes se muevan libremente. Ambos gobiernos se acusan mutuamente de albergar o tolerar grupos insurgentes.

Los factores económicos también impulsan el descontento, sostiene Khan, el analista, añadiendo que esto no augura nada bueno para la economía de Pakistán.

“¿Quién vendrá a invertir en Pakistán si siguen ocurriendo tales ataques?”, dijo.

La Iniciativa de la Franja y la Ruta de Beijing ha invertido miles de millones de dólares en Pakistán, pero también ha alienado aún más a la minoría baluch. Ellos afirman que Islamabad está explotando los recursos de Baluchistán mientras descuida a las comunidades locales.

Sin embargo, Syed Muhammad Ali, un analista de seguridad, dijo que, si bien el ataque al tren puede haber proporcionado al BLA “atención pública y mediática instantánea”, las muertes civiles del ataque probablemente “debilitarán su base de apoyo” entre la población de la provincia.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

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