Racing vence 2-0 a Botafogo en la ida de final de Recopa Sudamericana

BUENOS AIRES (AP) — Ante un Botafogo muy apagado, Racing Club fue el que aportó el fuego... y el juego.

La “Academia” se impuso 2-0 en el partido de ida de la final la Recopa Sudamericana, disputado el jueves en su feudo de Avellaneda, y quedó en excelente posición de cara a la revancha en Río de Janeiro dentro de una semana.

Los goles de Luciano Vietto, de penal, y Adrián Martínez, uno en cada tiempo, sentenciaron la victoria del campeón de la Copa Sudamericana, que incluso pudo ser más abultada. Es que en el estadio Juan Domingo Perón, se vio una sombra en relación al “Fogão” que obtuvo la Copa Libertadores en Buenos Aires hace menos de tres meses.

“Estoy contento por el resultado, es una copa muy importante para nosotros, pero nos quedan 100 minutos más, todavía esto no terminó”, declaró “Maravilla” Martínez, quien convirtió su 35to tanto en el club.

Tanto Racing como Botafogo incluyeron en sus alineaciones a siete de los once titulares presentados en las finales que en 2024 les garantizaron el acceso a esta instancia.

El conjunto de Gustavo Costas ya no cuenta con el colombiano Juanfer Quintero y para este partido fueron bajas por lesión Santiago Sosa y Agustín García Basso. Pero todas ellas fueron ausencias que el local supo disimular muy bien.

En cambio, las partidas de Luiz Henrique y Thiago Almada, dejaron anémico de fútbol al equipo dirigido interinamente por Claúdio Caçapa, luego de caída la contratación de Vasco Matos. Además, Botafogo llegaba golpeado por sus últimos resultados, incluidos la derrota ante el Flamengo en la Supercopa brasileña y sus pasos en falso en la Copa Carioca.

Aun así, el partido era parejo hasta que Alexander Barbosa le resolvió un problema al anfitrión, que no conseguía inquietar a Jhon (salvo una llegada de Maxi Salas, bien resuelta por el achique del arquero visitante).

Cuando promediaba la primera etapa, el zaguero argentino disputó una pelota aérea con Martínez e impactó en la cara del delantero con su codo. Fue una acción temeraria dentro del área, sin razón de ser.

Tras observar las imágenes a sugerencia del VAR, el árbitro chileno Felipe González revirtió su decisión inicial de no cobrar penal. El fuerte remate de Vietto -poco después reemplazado por lesión- adelantó a la “Academia” a la media hora.

El “Fogão” apenas si había inquietado antes y prácticamente tampoco lo hizo después del tanto que rompió el cero, con Igor Jesús muy solo en el ataque (luego se sumó Rwan Cruz) y sin generación de juego.

Y Racing le asestó el golpe de gracia a los 63 minutos, en una contra perfecta que incluyó una pared con Salas para que el temible “Maravilla” Martínez -la figura del partido- duplicara la ventaja ante la extrema fragilidad de la retaguardia visitante.

Incluso, el equipo de Costas mantuvo la intensidad y estuvo muy cerca de ampliar cifras y prácticamente finiquitar el pleito ante la tibieza de su oponente.

Una muestra de la impotencia del conjunto carioca fue la expulsión del sustituto Cuiabano, que apenas estuvo once minutos en cancha y vio la roja por una insólita patada en la cara a un rival caído.

El jueves, en la final de vuelta en el estadio “Engenhão”, Botafogo estará obligado a encenderse si quiere dar vuelta la historia.

“Tenemos que ir a una guerra a Brasil”, advirtió Costas.

Por ahora, las chispas de fuego y temperamento fueron todas propiedad del equipo vestido de celeste y blanco.

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