Reino Unido contempla fomentar el consumo de venado para controlar sobrepoblación de ciervos
WINCHESTER, Reino Unido (AP) — En el crepúsculo, Martin Edwards observa las sombras del antiguo bosque desde un montículo y espera. Permanece inmóvil, observando con su cámara térmica. Incluso las liebres parecen no notar al cazador de ciervos hasta que este apunta. El estruendo de su rifle rompe la calma. Ha matado a un ciervo macho, uno de los muchos ciervos salvajes que vagan por esta parte del bosque en Hampshire, en el sur de Inglaterra.
Edwards aboga por un manejo humanitario de los ciervos: la reducción de su número para controlar la población y asegurar que no invadan los bosques y tierras agrícolas en un país donde ya no existen los depredadores naturales. Para estos defensores, cazar ciervos es mucho más que un deporte. Es una necesidad porque la población de ciervos en Inglaterra se ha descontrolado.
Ahora hay más ciervos en Inglaterra que en cualquier otro momento en los últimos 1.000 años, según la Comisión Forestal, la secretaría estatal que se encarga de los bosques públicos en Inglaterra.
Esto ha tenido un impacto devastador en el medio ambiente, aseguran los funcionarios. El excesivo forrajeo de los ciervos daña grandes áreas de bosque, arbustos y los hábitats de ciertas aves como los petirrojos. Algunos propietarios de tierras han perdido enormes cantidades de cultivos debido a los ciervos, y la sobrepoblación significa que los mamíferos tienen más probabilidades de sufrir de inanición y enfermedades.
“Producirán más crías cada año. Hemos llegado a un punto donde agricultores y leñadores definitivamente están viendo ese impacto”, dijo Edwards, señalando algunos arbustos de avellano medio comidos. “Cuando hay demasiados ciervos, verás que literalmente se han comido toda la vegetación hasta cierta altura.”
Expertos forestales y empresas argumentan que sacrificar a los ciervos —y suministrar la carne a los consumidores— tiene un doble beneficio: ayuda a reequilibrar el ecosistema y proporciona una proteína sostenible y baja en grasa.
Aunque la carne de venado —una carne roja similar a la carne de res magra pero con un sabor más terroso— a menudo se percibe como un alimento de clase alta en el Reino Unido, una organización benéfica la ve como una proteína ideal para aquellos que no pueden permitirse comprar otras carnes.
"¿Por qué no utilizar esa fantástica carne para alimentar a personas necesitadas?” dijo SJ Hunt, directora ejecutiva de The Country Food Trust, que distribuye comidas elaboradas con venado silvestre a los bancos de alimentos.
Se estima que actualmente 2 millones de ciervos vagan por los bosques de Inglaterra.
El gobierno afirma que los ciervos silvestres nativos juegan un papel en los ecosistemas forestales saludables, pero reconoce que su población necesita ser manejada y por lo tanto proporciona recursos financieros para soluciones como la construcción de cercas para los ciervos.
Pero expertos como Edwards, vocero de la Asociación Británica para la Caza y la Conservación, consideran que el control letal es la única opción efectiva, especialmente después de que las poblaciones de ciervos aumentaran durante la pandemia de COVID-19.
La pandemia fue una bendición para los ciervos porque los cazadores, como todos el mundo, se quedaron en casa y el mercado restaurantero —el principal canal para el venado en el Reino Unido— desapareció de la noche a la mañana.
“No hubo ventas de venado y el precio estaba absolutamente por los suelos”, dijo Ben Rigby, un importante mayorista de venado y carnes de caza. “Los ciervos tuvieron la oportunidad de reproducirse masivamente.”
La empresa de Rigby ahora procesa cientos de ciervos a la semana, transformándolos en venado en cubos o bistecs para restaurantes y supermercados. Un desafío, dijo, es aumentar el apetito doméstico por el venado para que aparezca en más platos, especialmente después de que el Brexit estableciera nuevas barreras para exportar la carne.
“No somos realmente una nación que consuma carne de caza, como Francia, Alemania o los países escandinavos”, dijo. “Pero el Reino Unido está cada vez más consciente de ello y su comercialización va en aumento”.
Cazar ciervos es legal pero está estrictamente regulado en Inglaterra. Los cazadores deben tener una licencia, usar ciertos tipos de armas de fuego y respetar las temporadas abiertas. También necesitan una razón válida, como cuando un propietario de tierras los autoriza a matar ciervos cuando su tierra está dañada. Cazar ciervos con jaurías de perros es ilegal.
Hacer que el venado silvestre esté más disponible en supermercados y otros puntos de venta motivará a más cazadores a reducir la población de ciervos y asegurará que la carne no se desperdicie, dijo Edwards.
Forestry England, que maneja los bosques públicos, es parte de esa iniciativa. En años recientes le proporcionó a algunos hospitales 1.000 kilos (1,1 toneladas) de carne de venado silvestre, la cual se convirtió en la base de pasteles y guisos populares entre los pacientes y el personal, dijo.
El enfoque parece haber sido bien recibido, aunque ha generado algunas críticas por parte de grupos de bienestar animal como PETA, que aboga por el veganismo.
Hunt, la directora de The Country Food Trust, dijo que hay potencial para hacer mucho más con la carne, la cual describió como nutritiva y “de libre pastoreo según la expresión más estricta de esa definición.”
Su organización distribuyó cientos de miles de bolsas de comida de espagueti a la boloñesa con albóndigas de venado a bancos de alimentos el año pasado y dijo que la gente está pidiendo más.
Hunt recuerda haber asistido a una sesión en un banco de alimentos donde la única proteína disponible era sardinas enlatadas, frijoles enlatados y las comidas elaboradas con venado.
“No había huevos. No había queso. Eso era todo lo que podían hacer, y la gente simplemente decía, ‘Gracias, por favor traigan más (venado)’,” dijo. “Eso es fantástico, porque la gente se da cuenta de que están cumpliendo un doble propósito al ayudar al medio ambiente y también consumir la carne”.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de la AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.