Taiwán se paraliza por el fuerte tifón kong-rey, que deja un fallecido
Por Yimou Lee y Ben Blanchard
TAIPÉI, 31 oct (Reuters) - El fuerte tifón Kong-rey tocó tierra el jueves en la costa oriental de Taiwán y provocó el cierre de los mercados financieros, la cancelación de cientos de vuelos y la reducción de los servicios ferroviarios. Es la mayor tormenta que ha azotado la isla en casi 30 años.
El tifón dejó sin electricidad a casi medio millón de hogares, según el Gobierno.
La tormenta azotó el condado de Taitung, montañoso y poco poblado, ubicado en la costa este, con fuertes vientos y lluvias torrenciales que afectaron a casi toda la isla, según la Administración Meteorológica Central de Taiwán.
Los bomberos informaron de la muerte de una persona al chocar su camión contra un árbol caído en el centro de Taiwán.
Kong-rey, que en un momento llegó a ser un supertifón, se debilitó ligeramente durante la noche, pero mantuvo su potencia, equivalente a la de un huracán de categoría 4, con rachas de más de 250 kilómetros por hora, según Tropical Storm Risk.
La agencia meteorológica taiwanesa estimó que el tifón era el mayor que había azotado la isla desde 1996.
"Espero que todos en nuestro país cooperemos para evitar el desastre y nos abstengamos de realizar comportamientos peligrosos, como observar las olas, durante el tifón", escribió el presidente Lai Ching-te en su página de Facebook.
Gene Huang, pronosticador de la agencia de meteorología taiwanesa, dijo que tras golpear la costa este Kong-rey se dirigiría hacia el estrecho de Taiwán como una tormenta muy debilitada e instó a la población de toda la isla a permanecer en casa debido al peligro de los fuertes vientos.
Unos funcionarios de medio ambiente trabajaban el jueves para evitar la fuga de petróleo de un carguero chino que quedó varado en las rocas de la costa norte de Taiwán tras fallarle el sistema eléctrico por las turbulencias del mal tiempo.
Se emitieron alertas por vientos destructivos de más de 160 kilómetros por hora en Taitung, cuya isla periférica de Lanyu registró rachas superiores a 260 kilómetros por hora antes de que algunos de los anemómetros de la zona dejaran de funcionar.
"Lo de anoche fue terrorífico. Mucha gente de la isla no pudo dormir, preocupada por si le pasaba algo a su casa", dijo a Reuters Sinan Rapongan, funcionario gubernamental de Lanyu, también conocida como isla de las Orquídeas.
Algunos tejados habían resultado dañados y más de 1.300 hogares se habían quedado sin electricidad, pero de momento no se habían registrado heridos, añadió.
Algunas zonas del este de Taiwán registraron un metro de precipitación desde que el tifón comenzara a acercarse el miércoles.
El Ministerio de Defensa ha puesto a 36.000 soldados en alerta para ayudar en las labores de rescate, mientras que casi 10.000 personas han sido evacuadas con antelación de las zonas de alto riesgo, según el Gobierno.
Taiwan Semiconductor Manufacturing Co, el mayor fabricante de chips por contrato del mundo y principal proveedor de empresas como Apple y Nvidia, dijo que ha activado los procedimientos rutinarios de preparación ante la alerta de tifón en todas sus fábricas y obras.
"No esperamos consecuencias significativas en nuestras operaciones", afirmó en un comunicado enviado por correo electrónico.
El Ministerio de Transportes de Taiwán informó de la cancelación de 314 vuelos internacionales y de todos los vuelos nacionales.
El ferrocarril de alta velocidad de Taiwán, que conecta las principales ciudades de sus pobladas llanuras occidentales, siguió funcionando con un servicio muy reducido.
Se prevé que Kong-rey se aproxime a China continental a lo largo de la costa de la provincia de Fujian el viernes por la mañana. Shanghái, centro financiero de China, se prepara para las que podrían ser las peores lluvias en más de 40 años.
La zona subtropical de Taiwán es azotada con frecuencia por tifones. El anterior, el tifón Krathon, mató a cuatro personas a principios de mes a su paso por el sur de la isla. (Información de Yimou Lee y Ben Blanchard; edición de Lincoln Feast y Michael Perry; edición en español de Jorge Ollero Castela)