trump promete tomar el control de gaza y crear la "riviera de oriente próximo"

(añade reacciones de Hamás y Arabia Saudí, detalles y contexto)
Por Jeff Mason, Matt Spetalnick y Steve Holland
WASHINGTON, 5 feb (Reuters) - El presidente Donald Trump dijo que Estados Unidos se haría cargo de Gaza, devastada por la guerra, y crearía una "Riviera de Oriente Próximo" tras reasentar a los palestinos en otros lugares, rompiendo décadas de política estadounidense sobre el conflicto palestino-israelí y provocando la condena regional. La sorprendente medida suscitó la rápida condena de Arabia Saudí, peso pesado regional que Trump espera que establezca lazos con Israel. Un representante del grupo miliciano palestino Hamás, que gobernó la Franja de Gaza antes de luchar contra Israel en una brutal guerra allí, dijo que los comentarios de Trump sobre la toma del enclave eran "absurdas". "Las declaraciones de Trump sobre su deseo de controlar Gaza son ridículas y absurdas, y cualquier idea de este tipo tiene el potencial de incendiar la región", dijo Sami Abu Zuhri a Reuters. Trump desveló su plan sorpresa sin concretar detalles, en una rueda de prensa conjunta el martes con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de visita en el país. "Estados Unidos se hará cargo de la Franja de Gaza y también trabajaremos en ella... vamos a desarrollarla, crear miles y miles de puestos de trabajo, y será algo de lo que todo Oriente Próximo podrá estar muy orgulloso", dijo Trump a los periodistas, sonaba como el promotor inmobiliario que fue.
El anuncio siguió a la sorprendente propuesta de Trump a primera hora del martes para el reasentamiento permanente de los más de dos millones de palestinos de Gaza en países vecinos, calificando el enclave, donde está en vigor la primera fase de un frágil acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes entre Israel y Hamás, de "lugar de demolición". La participación de Estados Unidos directa en Gaza iría en contra de la política seguida desde hace tiempo en Washington y por gran parte de la comunidad internacional, que ha sostenido que Gaza formaría parte de un futuro Estado palestino que incluiría el territorio bajo ocupación israelí de Cisjordania. Es previsible que tanto aliados de EEUU como enemigos se opongan firmemente a cualquier toma de Gaza por parte de Estados Unidos, y su propuesta plantea dudas sobre si Arabia Saudí, potencia de Oriente Próximo, estaría dispuesta a unirse a un renovado impulso mediado por Estados Unidos para una normalización histórica de las relaciones con Israel, aliado de Estados Unidos. Riad, también un aliado clave de Estados Unidos, rechaza cualquier intento de desplazar a los palestinos de su tierra, según dijo el miércoles el Ministerio de Asuntos Exteriores saudí en un comunicado. Arabia Saudí dijo que no establecería lazos con Israel sin la creación de un Estado palestino, contradiciendo la afirmación del presidente estadounidense, Donald Trump, de que Riad no estaba exigiendo una patria palestina cuando dijo que Estados Unidos quiere hacerse cargo de la Franja de Gaza. El príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salmán, ha manifestado la posición del reino de "una manera clara y explícita" que no permite ninguna interpretación bajo ninguna circunstancia, según el comunicado.
Trump dijo que tiene previsto visitar Gaza, Israel y Arabia Saudí. Trump no dijo cuándo tiene previsto realizar dicho viaje. Netanyahu, al que Trump se refirió en varias ocasiones por su apodo, "Bibi", no quiso entrar a discutir la propuesta en profundidad más allá de elogiar a Trump por intentar un nuevo enfoque. El líder israelí, cuyo ejército ha librado más de un año de encarnizados combates con milicianos de Hamás en Gaza, dijo que Trump estaba "pensando de manera diferente con ideas frescas" y estaba "mostrando voluntad de perforar el pensamiento convencional".
LOS PALESTINOS TEMEN OTRA "NAKBA"
El desplazamiento es un tema muy sensible tanto entre los palestinos como entre los países árabes. Mientras arreciaban los combates en la guerra de Gaza, los palestinos temían sufrir otra "Nakba", o catástrofe, la época en que cientos de palestinos fueron expulsados de sus hogares durante la guerra del nacimiento del Estado de Israel. En lo que respecta a la política saudí en Oriente Próximo, hay mucho en juego tanto para Trump como para Israel.
Estados Unidos había liderado meses de diplomacia para conseguir que Arabia Saudí, uno de los Estados árabes más poderosos e influyentes, normalizara los lazos con Israel y reconociera al país. Pero la última guerra de Gaza, que comenzó en octubre de 2023, llevó a Riad a dar carpetazo al asunto ante la ira árabe por la ofensiva israelí. A Trump le gustaría que Arabia Saudí siguiera los pasos de países como Emiratos Árabes Unidos, centro neurálgico del comercio y los negocios en Oriente Próximo, y Baréin, que firmaron los llamados Acuerdos de Abraham en 2020 y normalizaron sus lazos con Israel.
Al hacerlo, se convirtieron en los primeros Estados árabes en un cuarto de siglo en romper un antiguo tabú. Establecer lazos con Arabia Saudí sería un gran premio para Israel porque el reino tiene una vasta influencia en Oriente Próximo y en el mundo musulmán en general, y es el mayor exportador de petróleo del mundo. El martes, Trump instó a Jordania, Egipto y otros Estados árabes a acoger a los habitantes de Gaza, afirmando que los palestinos no tenían otra alternativa que abandonar la franja costera, que debe ser reconstruida tras casi 16 meses de una guerra devastadora entre Israel y los milicianos de Hamás. Una evaluación de daños de la ONU publicada en enero mostró que limpiar los más de 50 millones de toneladas de escombros que quedaron en Gaza tras los bombardeos israelíes podría llevar 21 años y costar hasta 1.200 millones de dólares. Naciones Unidas y Estados Unidos, hasta el anuncio de Trump, han respaldado durante mucho tiempo la visión de dos Estados, Israel y Palestina, que convivan dentro de fronteras seguras y reconocidas. Los palestinos quieren un Estado en Cisjordania, Jerusalén Este y la Franja de Gaza, todos ellos territorios ocupados por Israel en la guerra que mantuvo en 1967 con los Estados árabes vecinos. (Información de Jeff Mason, Matt Spetalnick y Steve Holland, Información adicional de Kanishka Singh, Susan Heavey y Katherine Jackson en Washington, Redacción de Matt Spetalnick; Editado en español por Héctor Espinoza y María Bayarri Cárdenas)
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