Túnez celebra unas elecciones presidenciales prácticamente decididas
Cerca de diez millones de tunecinos están llamados a las urnas el domingo en unas elecciones presidenciales que, según los expertos, parecen estar decididas a favor del presidente saliente Kais Saied, acusado de excesos autoritarios por sus opositores y la sociedad civil.
Ni mítines ni debates ni pósteres en las calles. El actual ambiente electoral en Túnez en nada se parece al de hace cinco años, cuando Saied fue elegido con casi el 73% de los votos y la promesa de restaurar el orden tras diez años de declive socioeconómico e inestabilidad política.
El 25 de julio de 2021, este experto de la Constitución se atribuyó plenos poderes, destituyó a su gobierno y suspendió la actividad parlamentaria, antes de reformar la Carta Magna en 2022 para instaurar un sistema ultrapresidencial.
En los últimos años, la oposición y oenegés denunciaron la regresión de las libertades, la tutela de la justicia y la detención de los principales opositores, además del amordazamiento de la prensa y de detenciones a sindicalistas y activistas.
Para la votación del domingo, solo tres de los 17 candidatos fueron autorizados a presentarse, tras un proceso electoral criticado por el complicado número de apoyos necesarios y la exclusión, por parte de la autoridad electoral, de los competidores más fuertes de Saied.
"Desde el 25 de julio de 2021, el paréntesis de la democratización comenzó a cerrarse", pero "se ha dado un paso más con el intento de impedir cualquier posibilidad de alternancia", declaró a AFP el experto político tunecino Hatem Nafti.
Saied, de 66 años, se enfrentará a Zouheir Maghzaoui, un defensor del panarabismo que tiene "una base electoral real" pero que está "asociado al golpe de Estado" de 2021, que él apoyó, señaló Nafti.
El tercer postulante, Ayachi Zammel, industrial agroalimentario y político liberal de 47 años, fue encarcelado el mismo día en que se confirmó su candidatura, el 2 de septiembre, por falsificación de patrocinios, y ya ha sido condenado a más de 14 años de cárcel en varios juicios exprés. Esto, sin embargo, no le impide ser candidato.
Es probable que la participación sea baja. En 2022, durante el referéndum sobre la Constitución, cayó al 30,5%, y a principios de 2024, durante las legislativas, se desplomó al 11,3%.
Los 12 millones de tunecinos están preocupados principalmente por el alto coste de vida, con una inflación elevada (en torno al 7%) y un crecimiento débil (en torno al 1%).
A estas preocupaciones se suma la alta tasa de desempleo, del 16%, sobre todo entre los jóvenes, de los que 7 de cada 10 desean abandonar el país legal o ilegalmente, según el Arab Barometer de agosto.
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