Vecinos niegan presencia de objetivo militar tras ataque contra centro comercial en Ucrania
Los habitantes de la ciudad ucraniana de Krementchuk, vecinos del centro comercial "Amstor" -donde un ataque ruso el lunes causó una veintena de muertos y decenas de heridos y desaparecidos- rechazan la versión rusa de que el objetivo era un almacén militar lindero.
"Es absurdo. Me pregunto cómo se pueden creer cosas semejantes. Son pura invención", reacciona Polina Puchintseva, que vive en el cuarto piso de un edificio situado frente al centro "Amstor", cuando AFP le pregunta sobre la versión de Moscú.
"Junto a +Amstor+ no hay absolutamente ninguna infraestructura militar, nada en absoluto. Y detrás del centro comercial hay un campo de fútbol", dice otra residente del barrio, Antonina Chumilova.
El ejército ruso afirma haber atacado un almacén de armas occidentales situado en una fábrica de maquinaria de construcción vecina, cuyo incendio se propagó al centro comercial, que, según él, estaba en desuso.
A unos diez minutos a pie de "Amstor" se encuentra efectivamente una fábrica de maquinaria de construcción. Fue visitada el martes por periodistas de AFP, que pudieron comprobar que el establecimiento estaba intacto y que no se veía ningún rastro de material militar.
Veinticuatro horas después del ataque, los habitantes del barrio permanecen en estado de shock.
"Estaba en la cocina y oí un ruido, las ventanas estallaron", cuenta Polina Puchintseva.
El edificio, en esta ciudad del centro del país, a más de 200 km de la línea del frente, se redujo en gran parte a un cúmulo de escombros calcinados y partes de muros ennegrecidos por el humo.
Algunas letras verdes de su letrero quedaron adheridas a la parte superior del techo, con trozos de plástico quemado colgando.
El ataque con misiles provocó un incendio que causó al menos 20 muertos y decenas de heridos, a una hora en que el centro comercial estaba "muy frecuentado", según las autoridades ucranianas.
"¡Fue sorpresivo! Mi hermano llegó rápidamente a mi casa, recuperamos papeles importantes, dinero y nos fuimos", cuenta Polina.
"Todo se quemó, realmente todo. Escuché gente gritando, fue horrible. Conocía empleados que trabajaban en este centro", añade.
Después de una noche lejos del edificio calcinado, regresó a su casa el martes por la mañana. "No hay palabras para explicarlo. Simplemente matan a gente que no hizo nada malo", lamenta.
- Ninguna posibilidad de sobrevivir -
Cuatro grúas gigantes intentan eliminar los escombros y las piezas de estructuras metálicas. El estacionamiento está ocupado por camiones de bomberos, vehículos de rescate y algunos camiones del ejército ucraniano.
Las operaciones de limpieza de escombros se interrumpieron durante más de una hora el martes cuando sonaron las sirenas de alerta contra los bombardeos.
Antonina Chumilova observa lo que ocurre desde su salón de belleza, cuya puerta de cristal se rompió, en una calle situada justo enfrente del centro comercial.
Poco antes del ataque ruso, "hubo sirena de alerta aérea, y diez minutos más tarde, dos explosiones separadas por un segundo", cuenta.
En el momento de las explosiones, tenía un cliente. Corrieron hacia el interior del salón y esperaron un poco antes de salir a la calle. "Al cabo de un cuarto de hora, todo se había quemado", explica.
Ivan Melekhovets, detalla a AFP que en un incendio a temperaturas muy altas como esta "no hay ninguna posibilidad de sobrevivir".
"Lo más difícil es ver los cadáveres de adultos y niños", añade este bombero, que participó en las operaciones de rescate el lunes.
"Ahora estamos trabajando para encontrar personas desaparecidas, entre 50 y 60", precisa.
bfi/via/pop/lpt/mab/mb
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