Barrio en Moreno: con la mira puesta en la energía eficiente
Cada año en los municipios del conurbano bonaerense se construyen decenas de miles de viviendas populares que no usan racionalmente la energía; esto afecta el sistema en su conjunto y el medio ambiente. Ante esta situación, Edenor propone incorporar determinadas características constructivas (de diseño y materiales) y tecnológicas que, junto con un programa de capacitación comunitaria reducirían el consumo y podrían aplicarse en los planes masivos de vivienda.
La experiencia se realizará en 40 hogares de Moreno, con diseño y financiamiento de Edenor y la participación del Instituto de Desarrollo Urbano, Ambiental y Regional (Iduar), del municipio. Para el desarrollo arquitectónico y de tecnologías eficientes, la empresa contrató al especialista arquitecto Carlos Levinton. Además, cuenta con el apoyo de la Secretaría de Energía de la Nación, por medio del Proyecto de Eficiencia Energética en la Argentina, entre otros.
"El proyecto es una fuerte apuesta de Edenor por la Responsabilidad Social Empresaria, y busca probar que su implementación masiva lograría importantes beneficios para el medio ambiente, el sistema eléctrico en general, los clientes residenciales de menores recursos, los municipios y las empresas eléctricas", explicó Alberto Lippi, jefe de prensa de la compañía.
Según expresa el arquitecto Levinton, "a las empresas de energía les conviene el ahorro y es compatible con un buen negocio. Si no hay suministro parejo de energía, el mantenimiento es más costoso. Y también, en el nivel global, se premia a las empresas que reducen el mal uso de energía, que es un factor de contaminación".
Los sectores que están más abajo en la pirámide social consumen más electricidad. "La precariedad de las viviendas impulsa la demanda de más energía para la calefacción, iluminación, ventilación, sumado a la deficiencia de los electrodomésticos. El resultado de este contexto es el derroche de recursos", destaca Levinton.
Accesible
En la primera etapa, durante este año, se trabajará en ocho viviendas introduciendo materiales especiales: habrá varios modelos de refacción para convertir las viviendas existentes en viviendas energéticamente eficientes, por lo que se trabajará sobre la aislación térmica de techos y muros, la incorporación de ventilación, aprovechamiento de luz natural, etcétera.
Entre éstas, se construirán dos prototipos nuevos de vivienda popular (sobre la base de los planes de vivienda que se aplican en la actualidad) con un diseño arquitectónico orientado a la eficiencia (planta en U), materiales aislantes que garanticen la conservación térmica y la eliminación de la humedad.
Todas las intervenciones se orientan a familias estándar y contarán también con equipamiento especial: colector solar, tabique reciclador de agua, lámparas de bajo consumo, heladeras eficientes y usinas de calor. Se testearán tecnologías alternativas, algunas de las cuales son muy accesibles ya que se pueden fabricar mediante el reciclado de residuos.
A su vez, el proyecto será acompañado por talleres barriales sobre Uso Racional de la Energía (URE) y sobre las tecnologías implementadas, y apoyo a cada uno de los hogares de la muestra en particular.
Se medirán los resultados (que a priori se basan en lograr un ahorro estimado en el consumo energético residencial del 30%) para proponer su replicación a escala masiva. El mismo Levinton sostiene: "El costo de hacer eficiente energéticamente una vivienda es de 1000 dólares, que se amortizarían en poco tiempo gracias a la eliminación de gastos innecesarios".
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