El futuro de la Tierra se juega ahora
El proyecto argentino, integrante del Atlas de la Arquitectura del Futuro, ya se ha puesto en práctica aquí
"Felicitaciones. Ustedes ganaron." Este fue el encabezamiento del e-mail enviado por el grupo de Arquitectura del Futuro de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA) al equipo argentino integrado por el arquitecto Carlos Levinton (director) y los arquitectos Dante Muñoz Veneros y Daniela Ipar, y el estudiante Francisco Pirovano como colaboradores.
Levinton y su equipo habían ganado, con su proyecto Uthopos 2002 , el concurso internacional de visiones y concepciones sobre la arquitectura y las ciudades del mañana para conformar un Atlas de la Arquitectura del Futuro. De todos los participantes, se seleccionó uno por cada continente para participar (en eso consistía el premio), junto con los otros cuatro finalistas, en el XXI Congreso Mundial de la UIA en Berlín. Y el trabajo argentino presentado fue el elegido para representar a todo el continente americano, desde Alaska hasta Tierra del Fuego.
Uthopos 2002, la visión del futuro, dice el equipo creador, "surge de un compromiso y búsqueda permanente y desde las prácticas y ensayos con las realidades del presente latinoamericano". Este compromiso no es nuevo. El grupo de investigación del arquitecto Levinton trabaja en el diseño de modelos de un hábitat futuro desde 1986, con el acento puesto en la búsqueda de modelos de desarrollo sustentable, y ha generado una incubadora de ensayos y laboratorio de ideas sobre formas de generación de empleo masivo, innovación y desarrollo de tecnologías apropiadas, transferibles a grupos vulnerables por medio de lo que denominó Fábricas Sociales .
Desde la transformación de la basura en componentes constructivos hasta la producción de hornos para la cocción de la soja en programas de emergencia alimentaria, tecnologías para la prevención del cólera y el mal de Chagas, y el desarrollo de sistemas de construcción con tierra antisísmicos, todo ha sido progresivamente transferido a las comunidades en emergencia.
Una célula madre
El núcleo de toda la teoría ha sido también la ecocasa (ver suplemento del 27 de mayo de 1998), una célula madre con componentes bien precisos: usina de calor; torre de cultivo o hidropónica; biodigestor, e invernadero (ver infografía arriba). A partir de la ecocasa puede pensarse en una ecomanzana , y de la interrelación que surja de las ecomanzanas en un todo mayor, cuya estructura funcional estará pensada para autoabastecerse energéticamente sin producir contaminación. "Se trata de crear un sistema más solidario y colectivo, armando comunidades por manzanas o por barrios, para demostrar que se puede manejar la contaminación ambiental y producir agua potable, gas metano y calor reciclando desperdicios orgánicos", dice el manifiesto de U2002 .
También recuerdan que en los próximos 30 años la mayor proporción del planeta estará viviendo en los territorios de los conurbanos del Tercer Mundo. De allí que la arquitectura tenga una nueva función: la de construir los códigos de la gente en el espacio, fortaleciendo así su organización y permitiendo que su estructura sea un proceso adaptativo de cambios veloces; al tener que enfrentar y conciliar distintas velocidades en la era de la revolución de los tiempos, la arquitectura debe sintetizar los diversos tiempos culturales facilitando así la reintegración y la solidaridad dentro del nuevo sistema.
"Comencemos a cultivar las ciudades", propone U2002 , e introduce el concepto de autogestión como método para el manejo local de problemas de gran complejidad. Muy pronto, cuando el Ecocentro de los Jóvenes del Tobar García se instale en el predio de Independencia y 9 de Julio, "la Ciudad podrá asistir al desarrollo de una empresa social que autoconstruye y autofabrica los materiales y componentes que necesita. Se tratará de un centro de capacitación incubadora de microemprendimientos: un verdadero laboratorio energético, que recicla sus aguas y transforma los líquidos servidos en fertilizantes", explica Levinton. De lo cual podría deducirse que el futuro es hoy.
Un experto en el devenir de la ciudad
El arquitecto Carlos Levinton dirige actualmente el Centro Experimental de la Producción y el Programa de Atención de Emergencias Constructivas de la FADU-UBA, actuando con convenios con la Red Global de Trueques; también coordina la Red Argentina de Centros de Salud en la Vivienda, de la Organización Panamericana de la Salud.
Obtuvo el Premio Fondo para las Américas del gobierno de los Estados Unidos por la Ecocasa; asistió en asesoramientos de reconstrucción posterremotos de El Salvador y en desarrollo de tecnologías antihuracanes para la República Dominicana, y dirige en la actualidad uno de los nueve centros de investigación en el mundo especializados en prevención de desastres, del Disaster Risk Management (DRM).
Su filosofía de vida se resume en estas palabras: "Soy un investigador interesado en la filosofía, la antropología y la física cuántica, y muy comprometido con qué hacer frente al devenir de las ciudades en los próximos años".
lanacionar