Estación Buenavista: un buen ejemplo
En México D. F., una intervención que busca recuperar áreas urbanas y sistemas masivos de transporte
La problemática del transporte es y será de vital importancia para el desarrollo de las economías nacionales y regionales. Dentro de ese contexto se está produciendo en el nivel mundial una revalorización del transporte ferroviario que luego de su apogeo a principios del siglo XX cedió paulatinamente su lugar al transporte vehícular (ómnibus, camiones, autos).
Nuevas consideraciones sobre economía, ecología y seguridad obligaron al replanteo de las estrategias de transporte y al recupero de las instalaciones existentes en materia ferroviaria.
Ese proceso, que se inició también en la Argentina, cuenta con ejemplos como el que se ilustra en esta página, realizado en México por un grupo de profesionales entre los que se encuentra el arquitecto argentino Pedro Conrado Sonderéguer. Este profesional, que realizó estudios de posgrado en la Escuela de Arquitectura de París-La Villette y en el Instituto Ortega y Gasset de la Universidad Complutense de Madrid, tuvo oportunidad, a partir de su residencia en Ciudad de México, de integrar un equipo interdisciplinario que obtuvo, como resultado de un concurso por antecedentes, la encomienda de realización del proyecto para el Plan Maestro del Area de la Estación de Buenavista, en el área central de esa ciudad.
Las pautas que guiaron el proyecto guardan similitud con los criterios que buscan obtener las autoridades de nuestro país en el actual proceso de reestructuración ferroviaria:
- Revalorización del área central norte de la ciudad (comparable en algunos aspectos con las zonas de Constitución o de Retiro en Buenos Aires).
- Creación de un nudo de comunicaciones de nivel regional.
- Impulso para un proyecto urbano concertado desde el Estado con empresas, organizaciones vecinales y demás actores involucrados.
- Generar recursos genuinos mediante proyectos de revalorización urbana, revirtiendo parte de los mismos en el sitio de intervención.
Una tarea ineludible
Los antecedentes del proyecto son de 1997, cuando las autoridades mexicanas entendieron la urgencia de intervenir en los puntos céntricos del sistema de transporte de la capital.
El proceso de concesiones de la empresa nacional de ferrocarriles (FNM), explica Sonderéguer, tiene su punto clave en la concesión de la Terminal del Valle de México, donde confluyen las cabeceras de las tres líneas ferroviarias principales destinadas a conformar -junto con la red ferroviaria de los Estados Unidos- uno de los sistemas de transporte ferroviario de carga y pasajeros más largo del mundo (un proyecto conjunto entre empresas norteamericanas y mexicanas propone restaurar, a mediano plazo, las conexiones que unieron ferroviariamente Ciudad de México con Chicago, entre otros destinos).
La Estación Buenavista, dentro de este esquema, a pocas cuadras del Paseo de la Reforma y del área más representativa de la ciudad se transformará en el centro de transbordo multimodal más importante de la república mexicana, por su posición central, su conexión con los sistemas de subterráneos, el proyecto de trenes suburbanos y las redes internacionales de los ferrocarriles de larga distancia.
La propuesta pretende desarrollar un estudio de intervención sobre el conjunto de la Estación Buenavista y su entorno, ampliando sus alcances hasta el Monumento a la Revolución, delineando un eje urbano significativo, orientado hacia el Paseo de la Reforma y capaz de integrar el entorno de la terminal ferroviaria con el área vecina de Reforma-Alameda. Se propone una operación urbanística que integre objetivos de racionalización y modernización de transporte, reordenamiento urbano, junto con objetivos inmobiliario-financieros.
El objetivo es mejorar con recursos genuinos de la intervención. Esta implica, agrega Sonderéguer, una triple actuación simultánea estudiada por un equipo interdisciplinario de arquitectos, urbanistas, ingenieros en transporte, sociólogos y economistas.
Un equipo con largos antecedentes
El equipo interdisciplinario encabezado por la arquitecta Carmen Bernárdez (con maestrías cursadas en México y Francia) junto con el arquitecto argentino Conrado Sonderéguer (actual director de Gestión Ambiental Urbana de la Universidad de Lanús) cuenta también con la participación del ingeniero Alfonso Díaz Andrade (Ifocom SA), especialista en transporte; Octavio Orellano, licenciado en análisis inmobiliario y gestión; los arquitectos Verónica Quesada y Gerardo Llera (levantamiento y diagnóstico), y el arquitecto Consuelo Córdoba, a cargo de la representación y el diseño gráfico de la propuesta.
El equipo realizó asimismo, como antecedentes inmediatos a esta intervención, estos trabajos: proyecto Centros de Transferencia Multimodal en el DF (1998); proyecto de recuperación de vías en el DF (1998); el catálogo de Monumentos Históricos de la Colonia Buenavista (1998), y el proyecto de intervención en la Estación Buenavista (1999).
A partir de un exhaustivo Análisis del Impacto Urbano, el equipo de proyecto propuso, en su presentación, la creación de un polígono que delimite el área de actuación sobre el conjunto de la Estación Buenavista y su entorno.
Las conclusiones del concurso realizado en junio último deberán conocerse hacia fin de año.