Para competir como los mejores
El programa realizado por el estudio Manteola-Sánchez Gómez-Santos-Solsona-Sallaberry consistió en brindarle una cubierta y cierres laterales al ya existente complejo natatorio del Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard)
El objetivo de la obra realizada en el complejo, en el barrio de Núñez de la ciudad de Buenos Aires, fue brindar una cubierta y cierres laterales a las instalaciones existentes conformadas por una gran terraza elevada, una pileta olímpica y otra de saltos ornamentales.
El proyecto, explica el secretario de Deportes, arquitecto Hugo Porta (ver recuadro), fue encomendado al estudio Manteola, Sánchez Gómez, Santos, Solsona, Sallaberry, arquitectos, que lo completaron durante 1997, para realizar la dirección de la obra en 1998.
Los trabajos se encargaron con el objeto de dotar a los deportistas de un ámbito adecuado para entrenamientos de alto rendimiento, previéndose asimismo la realización de competencias en el nivel nacional e internacional en sus instalaciones.
Se estima que el complejo será utilizado por un promedio de 300 atletas por día, para el entrenamiento de natación, water polo, nado sincronizado y saltos ornamentales. También será utilizado para relajación y rehabilitación de deportistas de las demás disciplinas.
La pileta olímpica es de 25 m. de ancho por 50 m. de largo, con una profundidad de 2 m, mientras que la de salto mide 17 m. por 15 m. con una profundidad de 5 m, y contiene, en conjunto, más de 3.800.000 litros de agua.
El proyecto
El programa consistió en brindarle una cubierta y cierres laterales al ya existente complejo natatorio del Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo.
Fue premisa fundamental del proyecto producir un edificio con fuerte presencia y no una simple estructura a modo de cubierta, complementada con un cerramiento lateral liviano.
Para responder a necesidades del uso deportivo, así como a cuestiones tecnológicas, se ideó una cubierta que por su forma e inclinación brindara la máxima altura en el sector de clavados (4 m. sobre la plataforma superior de saltos).
La gran caja edilicia que alberga el conjunto está compuesta por una imponente estructura de vigas-cajón y columnas de acero recubiertas por una piel de placas de chapa bipanel Nº 12, con poliestireno expandido de 15 kg/m3 de densidad en su interior, protegidas especialmente de la corrosión por vapor de cloro mediante la aplicación de dos manos de pintura epoxi, rica en zinc, y dos manos de esmalte.
Los grandes paños transparentes en sus cerramientos laterales (que separan la masa del edificio de su cubierta) y las rajas longitudinales en el techo contribuyen a otorgar un alto grado de luminosidad interior, compatible con el carácter abierto de la situación actual a la que se han acostumbrado los nadadores. Para esta solicitación se utilizaron placas de policarbonato Sunmodul de 50 mm de espesor.
Los paneles que constituyen la cubierta tienen 50 mm de espesor, y las las uniones se realizaron por medio de engrafes mecánicos en el sentido longitudinal y solapes en el sentido transversal, unidos por tornillos autorroscantes.
Esquema funcional
Para el acceso de público a las gradas se proyectó una gran rampa de 32 m. de largo y 3,15 m. de ancho, que abastece el ingreso de 500 espectadores aproximadamente.
El acceso de deportistas se realiza por medio de una escalera de hormigón.
El área de servicios cuenta, en cambio, con una escalera metálica que conduce a la sala de máquinas, cuya particularidad consiste en una puerta fabricada en chapa bipanel similar a la del cerramiento lateral que la alberga, resultando, por tanto, casi imperceptible al público.
Estructura
Las fundaciones constituyeron el principal problema por tratarse de terrenos ganados al río, que albergaban las instalaciones originales, a lo que debe sumarse el entubado del arroyo Medrano, que pasa exactamente por debajo del espacio que divide la tribuna de la pileta olímpica.
Estos problemas, sumados al gran peso de la estructura (100 t), obligaron a la construcción de 49 pilotes hincados a 16 m. de profundidad.
Sobre ellos se desarrolla una estructura metálica de grandes luces con arriostramientos en los campos (espacio entre cabriada y cabriada) y un sistema de tensores en el sentido opuesto a la estructura principal, para absorber los grandes esfuerzos horizontales provocados por el viento.
Los apoyos de la cubierta metálica lo constituyen dos elementos de hormigón (tabique bajo/columna central) y una pata metálica en su parte más alta.
Los mencionados requerimientos estructurales exigieron el empleo de hormigón tipo H15 para los pilotes y hasta H30 para algunos tramos de las columnas-pórtico.
Instalaciones
Para el sistema de calefacción que se distribuye a lo largo del complejo se proyectó una caldera de 800.000 kcal/h con conductos a la vista redondos de chapa cincada, que constituyen un elemento importante en la estética interior del edificio.
El montaje del aire acondicionado fue posible gracias al uso de autoelevadores con altura de trabajo superiores a los 20 m, para salvar puntos críticos como el tramo de conducto que está ubicado sobre el eje de la pileta olímpica.
La potencia eléctrica instalada es de 200 kilovatios, que permiten brindar un nivel de iluminación de 1400 lux sobre las piletas, valor acorde con los reglamentos internacionales y apto para transmisiones televisivas.
En las fachadas norte y sur, y por debajo del cordón inferior de cabriadas se ubican rejas de aluminio que facilitan la ventilación del ambiente.
Sobre la rampa de acceso de público -colgado de largueros de la estructura de cierre-, aparece un alero de estructura metálica de hierro y chapa bipanel, que acompaña la vuelta que toma el edificio en el hall de acceso y es precedido por un nuevo alero de acceso interior/exterior a 4 m. de altura que cumple con la finalidad de evitar la pérdida de la escala humana ante una fachada que, en ese punto, es de 16 m. de altura.
Cómo perdurar en el tiempo
En la entrevista que el secretario de Deportes Hugo Porta, brindó a La Nación se detallaron los antecedentes de la obra recientemente concluida en el predio del centro, así como las proyecciones futuras de inversión en infraestructura para el área.
La decisión de encarar los trabajos, explica el arquitecto Porta, surge a partir de la falla existente en el Centro de Alto Rendimiento, que contaba con piletas descubiertas que exigían un gran sacrifico a los deportistas en épocas invernales.
Los recursos aplicados a obras de infraestructura, agrega Porta, se caracterizan por perdurar en el tiempo, brindando servicio a muchas generaciones de deportistas, lo que obliga a reflexionar sobre el porcentaje presupuestario que debe destinarse a estos fines frente a los requerimientos puntuales de las delegaciones que representan al país en el exterior (en especial en lo referido a la cantidad de representantes).
"Está prevista la realización de competencias en el nivel internacional -aclara Porta-, aunque debemos, para ello, completar el equipamiento que contará, por ejemplo, con un tablero electrónico (ya adquirido) provisto por la firma Omega, que puede cronometrar el tiempo de 8 competidores simultáneamente."
En el país no existen otras obras de estas características; lo más aproximado son las instalaciones habilitadas para los Juegos Panamericanos que se realizaron en Mar del Plata en 1995. "La importancia de este tipo de obras radica en el hecho de que contribuyen a mejorar las posibilidades para que Buenos Aires sea sede olímpica, ya que en las evaluaciones del Comité Olímpico cuentan más las realizaciones concretas que los proyectos", señala el secretario de Deportes. "Además, estas obras se inscriben dentro de un plan general que abarca todo el país. En este momento están por salir a la venta, por ejemplo, los pliegos para realizar 12 pistas de atletismo de alta competencia en las provincias.
"Si bien las obras se realizarán en la próxima gestión de esta secretaría, es de destacar que los fondos necesarios ya están comprometidos en la ley de Presupuesto Nacional, lo que asegura su concreción."
Ficha técnica
Proyecto y Dirección: Estudio Manteola, Sánchez Gómez, Santos, Solsona, Sallaberry, arquitectos.
Equipo de Proyecto: arquitectos Joaquín Sánchez Gómez, Julián Berdichevsky y Alejo Pérez Monsalvo.
Ubicación: Complejo Cenard, Crisólogo Larralde 1050, Capital Federal.
Superficie cubierta: 4000 m2
Asesor estructural: Soubié-Fernández, ingenieros.
Asesor instalación eléctrica: ingeniero Mario Pescarosa
Empresa constructora: Riva SA
Estructura metálica: Muller e hijos SA - Mahr y asociados
Instalación eléctrica: Ciclolux Construcciones e instalaciones SRL.