Casi como un avión familiar
La minivan Viano de Mercedes-Benz ofrece seguridad, buen andar y mucho confort
La flamante Mercedes-Benz Viano junto con la Vito, las dos van fabricadas en España por la marca alemana, constituyen una renovada opción para una franja de público concreta: la de aquellos que necesitan un vehículo familiar de grandes y confortables dimensiones.
Dispone de un generoso espacio interior, tres filas de comodísimas butacas, siete plazas disponibles, un confort de marcha impecable y todos los elementos de seguridad.
Para el acceso cuenta, además de las puertas delanteras para conductor y acompañante, con dos generosos portones: uno en el lateral derecho y otro atrás. Además, tiene un sistema neumático que permite variar la altura de la suspensión trasera, lo que facilita el acceso de personas con discapacidades o las tareas de carga.
Las butacas son muy confortables, pueden rebatirse y ser removidas, permitiendo una rápida variación de la configuración interna.
Al pensarlo como un vehículo familiar, Mercedes-Benz no ha escatimado medidas de seguridad. Tiene frenos de disco en las cuatro ruedas, sistema ABS y control electrónico de tracción ETS, cinturones de seguridad combinados, apoyacabezas en todos los asientos y doble airbag (conductor y acompañante).
La visibilidad está garantizada hacia cualquier ángulo, gracias a los enormes espacios vidriados de que dispone. Contribuyen eficaz-mente para esto los espejos retrovisores partidos de las puertas, que se regulan eléctricamente.
La posición de manejo (como la de un utilitario tipo furgón, debido a la trompa corta, la cercanía de los pedales y la inclinación del volante) es cómoda por las múltiples regulaciones de la butaca y volante.
El instrumental disponible es muy completo, con numerosas luces testigo. Los comandos de conducción (palancas de luces y limpiaparabrisas) son de fácil accionamiento, al igual que los de climatización y radio, ubicados en una espectacular consola central que remata en un posavasos y en un exquisito portacassettes, los que pueden extraerse. La radio funciona impecablemente, pero sus comandos son difíciles de entender sin el manual.
Calidad superlativa
La unidad probada por La Nación contaba con transmisión automática de cuatro marchas, acoplada al eficiente motor turbodiesel que equipa a la Viano. Esta combinación, aunque penaliza un poco la aceleración con partida detenida y la recuperación de velocidad, resulta de una indudable comodidad y facilidad de manejo, factor para nada descartable a la hora de realizar viajes extensos con un animado entorno familiar. Sin duda, el cansancio será mucho menor.
Más allá de esto, la Viano entrega una muy buena velocidad final y demuestra una gran agilidad para un vehículo que pesa más de dos toneladas.
La dirección asistida es muy precisa y con un cerrado radio de giro, y facilita las maniobras con un vehículo voluminoso. Los frenos son firmes para responder al más mínimo accionamiento del pedal y lo suficientemente poderosos como para detener en pocos metros a un vehículo con los kilos de la Viano.
También son sobresalientes las suspensiones, que permiten un manejo seguro por el escaso rolido que exhiben en curva, a pesar de la altura nada desdeñable de la carrocería, y el confort de marcha a la hora de superar los clásicos baches, desniveles y otros obstáculos por el estilo que adornan los caminos y calles.
Cuesta dólares al público, un precio más que razonable para el segmento de las minivans. Además, claro, hay que tener en cuenta que adelante tiene una estrella.
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