Entre el trabajo y la familia, Matías Notti se entrena científicamente con un doble desafío: realizar acciones solidarias mientras enfrenta la prueba más dura del planeta
Innumerable cantidad de veces escuchamos de boca de los propios protagonistas que, tras unos necesarios días de descanso para recuperarse del esfuerzo extremo que les significa disputar la competencia, comienzan a planificar y a preparar el próximo Dakar. Esta prueba, catalogada como la más difícil del mundo, así lo requiere. Dicha tarea que demanda 10 meses se conforma, además de los desarrollos técnicos en los vehículos, de disputar competiciones similares en las que los pilotos, mayoritariamente englobados en los grupos de élite o parte de los equipos más destacados, entran en ritmo.
Pero, también están aquellos valientes que afrontan la prueba "a pulmón", que son la mayoría, de los que muy pocos pueden sumar kilómetros en rallyes con roce internacional. Desde que llegó a Sudamérica, para desarrollar la edición 2009 en los primeros días de enero, muchos compatriotas le hicieron frente, año tras año, con la única meta de "dar la vuelta" y con la medalla que se recibe como recompensa en el podio de premiación. Es decir, darse el gusto de decir que "le ganaron al Dakar".
Desde hace un puñado de años, Matías Notti, entusiasta motociclista, comenzó a trabajar en el sueño de poder anotar su nombre entre los que alguna vez han participado en la prueba. Como en tantos otros casos, a este mendocino de 42 años, radicado hace 17 en Buenos Aires, tiene en las obligaciones laborales (lidera el equipo de ventas de una empresa abocada a la producción y comercialización de frutas de alta calidad para exportación) a sus principales obstáculos para la puesta a punto personal.
Sin embargo, en cuanto hueco puede hacerse entre el trabajo y la familia, Notti entrena para poder cumplir con su anhelo, el cual no sólo está basado en experimentar lo que significa afrontar al Dakar, sino que también tiene un lado solidario como estandarte.
Para rendir mejor
En este camino de preparación para concretar el debut en el Dakar, en conjunto con el Centro Asistencial Universitario de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), Notti se sometió a un minucioso estudio biomecánico que permite analizar el movimiento humano, con el fin de perfeccionar el rendimiento del deportista, algo cada vez más frecuente. Este análisis funcional de la biomecánica, fundamental para los ciclistas y motociclistas, se dividió en varias etapas.
En su informe, la UNSAM detalla que, en una primera etapa, el equipo de Ortesis y Prótesis realizó una medición de las presiones plantares y de los movimientos del corredor descalzo. Luego, se capturaron los movimientos producidos por el piloto ya calzado y equipado con las botas, el casco y demás accesorios de seguridad utilizados en la competencia. Mediante la utilización de cámaras infrarrojas, marcadores, un software especial y un sistema de plantillas digitales fue posible comparar ambas instancias.
Estos estudios permiten que el deportista gane estabilidad y control en los movimientos específicos, volviéndose más eficiente en la prevención de las caídas en terrenos de difícil tránsito como los que se presentan en el Dakar.
"Lo que se estudia es cómo se comporta el cuerpo ante un desgaste físico extremo. Cómo está el equilibrio del cuerpo ante esa situación, luego de horas y horas de estar arriba de la moto. Lo que se busca es mejorar el equilibrio mediante el entrenamiento, la alimentación, la postura. En nuestro caso, en cómo lograr la mayor eficiencia arriba de la moto", asegura el piloto cuyano.
Una vez que se analizaron los resultados del estudio, la UNSAM confeccionó un informe en el que le recomienda a Notti qué puntos debe profundizar en su preparación. En él se destaca trabajar sobre la mejora de la asimetría en ambos apoyos; establecer un sistema de entrenamiento con sobrecarga para mejorar la resistencia y la fuerza en la posición de competencia; realizar entrenamientos en superficies inestables con especial atención a la estabilidad en las rodillas, y efectuar una metodología de entrenamiento planificada y ordenada tendiente a incrementar la resistencia muscular general con esfuerzos en posiciones similares a las específicas de la competencia.
El desafío humanitario
"Cuando empecé con la actividad en Mendoza me involucré para tratar de unir la pasión del deporte con algún fin solidario. Con el grupo que salíamos a andar en moto o bicicleta, mezclábamos la aventura deportiva con ayudar. Hacíamos travesías a puestos en la precordillera llevando alimentos no perecederos, abrigo, lo que fuese. El modo en el que te reciben te hace ver la vida de otra forma. Eso lo seguí practicando cuando vine a vivir a Buenos Aires, con la gente que vive en situación de calle. Siempre estuve vinculado", relata Notti, quien más allá de lo que significa ser parte del Dakar y cumplir su sueño como piloto y deportista extremo, quiere consumar su proyecto solidario.
Su idea comenzó cuando la competencia tenía a la Argentina como uno de los organizadores. Por eso, ya había establecido contactos con entidades como Red Solidaria para trabajar en conjunto. Sin embargo, la no participación de nuestro país en la edición 2019 le creó a Notti un gran contratiempo; pero de todos modos decidió seguir adelante con su iniciativa. "El hecho de que el Dakar sea 100% en Perú complica la idea, pero tengo gente allí para continuar con el proyecto solidario", afirma el mendocino.
El proyecto en el que está trabajando incluye sumar empresas que dentro de su plan de responsabilidad social (RSO) puedan colaborar con aportes de alimentos, útiles escolares, materiales de construcción, ropa, frazadas, colchones, y más. De ese modo, con el pasar de los días de competencia y mediante los vehículos de asistencia del Dakar, dichas donaciones serán entregadas en diversos lugares carenciados, tratando de mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Pero la idea no solo incluye el Dakar; aunque es lo ideal por su trazado, que permite llegar a lugares muchas veces desconocidos. La intención de Notti también es poder plasmarlo en competiciones a nivel local, como el Desafío Ruta 40, que este año cumplirá su 10ª edición. Pero, la demora en la confirmación de la ruta del Dakar hizo que su proyecto también estuviese detenido. Por eso, la proximidad del Desafío Ruta 40, que se desarrollará entre el 25 y el 31 de agosto, hace casi imposible llevarlo a cabo. Si bien Notti se inscribió, no llegará con el trabajo de logística extra, aunque no descarta hacer alguna acción solidaria menor.
"A futuro, más allá del Dakar, mi propósito es seguir haciendo estas acciones en este tipo de carreras. Este año, por ejemplo, lo haremos en las dos últimas fechas del CANAV (Campeonato Argentino de Navegación), que son a principios de octubre y a fines de noviembre. Es una categoría que te da la posibilidad de llegar a lugares muy atípicos. Quiero plasmarlo como cultura en la Argentina y sería un sueño también en el Dakar, sin importar el rumbo que tome en cuanto a la realización. Magnificarlo mediante pilotos de varios países", expresa el mendocino, que más que cumplir con su sueño de estar en la rampa de largada del Dakar el próximo 6 de enero, anhela que su proyecto solidario prospere y crezca año a año.