Michelin Challenge Bibendum. Desafío por la tecnología del futuro
Se desarrolló en París el gran encuentro que promueve nuevas tecnologías automotrices
PARIS.- Hace cien años esta ciudad admiraba el paso de los primeros automóviles funcionales. Francia junto con Alemania fueron los dos países que impulsaron a escalar cada vez más alto a la por entonces incipiente industria automotriz.
Hace pocos días, entre el 8 y el 12 de este mes, la capital francesa volvió a ser centro del mundo automovilístico, otra vez en un punto de inflexión tecnológico: el que depara la necesidad de encontrar combustibles alternativos al petróleo y el cuidado del medio ambiente.
Precisamente éstas son dos de las premisas principales que impulsan al Michelin Challenge Bibendum, un foro en el que convergieron fabricantes y autopartistas para presentar las tecnologías sustentables (tal el leitmotiv de la muestra), que están en pleno desarrollo para la evolución del automóvil.
El propio CEO de Michelin, Michel Rollier, en el discurso inaugural de esta octava edición del Challenge Bibendum, dejó claro el espíritu del encuentro: "Cuando hablamos de movilidad sustentable, nos referimos a vehículos más limpios, seguros y eficientes, capaces de evolucionar en el mundo posterior al petróleo".
En ese contexto, con el padrinazgo de Jacques Chirac, presidente de Francia, y Jacques Barrot, a cargo de la Comisión Europea de Transporte, entre un total de 600 participantes, grandes fabricantes mundiales como General Motors, Toyota, Ford, Honda, DaimlerChrysler, PSA Peugeot-Citroën, Nissan, Audi, Volvo y Renault Trucks, a los que se sumaron artesanos como Courréges y Venturi, además de proveedores como Bosch, Magneti Marelli, Matra, Siemens VDO y la propia Michelin, entre otros, para presentar casi 90 modelos de automóviles, vehículos comerciales (ómnibus, camiones y utilitarios), y pequeñas motocicletas urbanas y hasta bicicletas motorizadas, además de numerosos dispositivos de seguridad, nuevos sistemas para reducir el consumo y todo tipo de desarrollos electrónicos para facilitar la vida de los ocupantes de un vehículo.
Fuentes de combustible
Así, en la pista de prueba del Ceram, en Mortefontaine, en las afueras de París, se dieron cita automóviles con los tradicionales motores de combustión interna, pero impulsados por combustibles como gas natural comprimido (GNC), gas licuado de petróleo (GLP), hidrógeno, biocombustibles (diesel y alcohol) derivados de aceites vegetales y caña de azúcar, además de otros combustibles sintetizados químicamente.
Entre éstos se destacan los modelos Flex, esto es, capaces de utilizar varios de estos combustibles en forma indistinta. En esa línea se vio en París el Volvo V70 Multi-Fuel de cinco combustibles (nafta, GNC, etanol, biogás e hidrógeno), el Ford C-Max que inyecta hidrógeno en reemplazo de la nafta, el Mercedes-Benz E 320 CDI para biodiesel, entre otros.
Un lugar preferencial tuvieron también los vehículos impulsados por motores eléctricos, que se subdividieron en dos segmentos: los que utilizan baterías y los que generan la electricidad a partir de las cada vez más conocidas celdas de combustible, que utilizan hidrógeno como sustancia principal.
Del primer segmento cabe mencionar los simpáticos prototipos Courréges (una fábrica de ropa con inquietudes automovilísticas), el Venturi Fétish, un sport que acelera de 0 a 100 km/h en 4 segundos y llega a los 250 km/h, y los Renault Kangoo desarrollados por Cleanova con motores eléctricos.
Del lado de la celda de combustible había viejos conocidos: la Opel Zafira Hydrogen 3, el Mercedes-Benz Clase A Fuel Cell, el SUV Nissan X-Trail FCV y el prototipo Michelin Hy-Light, entre otros.
La tercera categoría de automóviles estuvo reservada para los híbridos, que combinan un motor de combustión interna con uno o más propulsores eléctricos.
Aquí estaba el Toyota Prius, ya a la venta en varios países del mundo; el Peugeot 307 Hybrid; el SUV Ford Escape Hybrid; el Citroën C4 Hybrid, y varios representantes más de un concepto que aparece como el más eficiente (desde el punto de vista técnico y económico) para el futuro inmediato de los automóviles.
Los vehículos participantes fueron sometidos a diversas pruebas por un jurado especializado. Estos test incluyeron el nivel de emisiones sonoras, pruebas de eficiencia de consumo de combustible en función de la distancia recorrida, además de la medición de las emisiones de bióxido de carbono y otros contaminantes. También se realizaron pruebas de laboratorio para comparar la polución de las diversas fuentes de energía que se presentaron en la muestra.
La seguridad, con test de frenado sobre piso seco y mojado, y las pruebas de performance, que incluyeron las de aceleración, regularidad (en el circuito oval del Ceram), y maniobrabilidad (slaloms) sirvieron para verificar que otros aspectos de un automóvil no pierden preponderancia con las nuevas tecnologías.
Los asistentes, más de 500 periodistas y otros tantos invitados de 45 países, pudieron también realizar test drives y pruebas en los vehículos presentados.
El broche de oro fue el rally que realizaron todos los modelos desde la pista de pruebas de Mortefontaine hasta la mismísima Torre Eiffel.
Allí, los parisienses que paseaban por el Campo de Marte dejaron por un momento su paseo dominical y se dedicaron a admirar cada una de estas joyas que anticipan el futuro del automóvil.
Avances en los componentes
Desarrollos de sistemas y soluciones inteligentes en motores y seguridad
No sólo vehículos se presentaron en el desafío propuesto por Michelin. El guante también lo recogieron empresas proveedoras que desarrollan nuevas tecnologías para el funcionamiento de los motores, transmisiones y diversos sistemas de seguridad.
Entre ellas, Bosch presentó varias soluciones como la flamante inyección directa de nafta DI-Motronic y controles electrónicos de transmisión (caja de velocidades y diferenciales). En esta línea MCE-5 divulgó su dispositivo para variar la relación de compresión en forma automática.
Audi presentó su sistema Car-to-Car Communication, que comunica a los vehículos entre sí formando una red independiente de todo servidor.
Magneti Marelli mostró su software Flexfuel Sensor que automatiza la operación de los motores flex, que aceptan diversos combustibles.
También se vieron sistemas de cruise-control adaptativos y otros que frenan al vehículo antes de chocar si el conductor está distraído.
Sueños de pionero
Una propuesta de Edouard Michelin
Pocos días antes de esta octava edición del Michelin Challenge Bibendum, el presidente y CEO de la empresa francesa de neumáticos, Edouard Michelin, de 43 años, falleció en un accidente náutico mientras pescaba en el mar.
Pero este desafío tiene su sello: era un ferviente partidario de encontrar soluciones prácticas para alcanzar la producción de vehículos cada vez más seguros y eficientes.
De estas convicciones surgió este Challenge Bibendum, que se sintetiza en el lema: "Un camino juntos hacia una movilidad sustentable".
El primero coincidió con los 100 años del muñeco Binbendum, en 1998, y se realizó en la sede central de Michelin, en Clermont-Ferrand.
El éxito de este encuentro, del que se hicieron eco los principales fabricantes del mundo, catapultó la segunda edición, esta vez en París.
Luego el Challenge pasó a Los Angeles, en 2001; a un recorrido entre Hockenheim y París, en 2002; otra vez a la Costa Oeste de Estados Unidos, San Francisco, en 2003; Shanghai (China), en 2004, y por fin Kyoto, en Japón, en 2005.
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