Opinión. Ejemplos para ser imitados
Mi reciente viaje a Tokio para visitar el Motor Show me permitió circular durante cinco días por las calles de una de las ciudades más transitadas del mundo.
Obviamente, para quienes tienen oportunidad de viajar las comparaciones resultan inevitables.
Prolijos y con tránsito ordenado a pesar de los millones de autos que circulan por sus calles, los japoneses son maestros a la hora de dar lecciones de comportamiento ciudadano.
No hace falta decir que es imposible competir con ellos en tecnología. Pero no son las herramientas las que hacen a los ciudadanos tener una conducta pública de respeto por el otro, sino su educación.
Sé que a esta altura habrá quien piense cuán diferentes son nuestras culturas. Pero, Chile o Uruguay, ¿no son mucho más parecidos a nosotros? Y también en estos países hermanos el tránsito es más ordenado.
Vuelvo a pensar en Tokio. Y entiendo que más allá de sus autopistas, autos modernos y navegadores satelitales, la gran diferencia está en la conducta de los automovilistas. Y en que la ley se hace cumplir. Deberíamos imitarlos.
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