El comportamiento de la dirección nos advierte de varios problemas que pueden suceder mientras manejamos.
¿Cómo darse cuenta? El conductor debe estar atento a los cambios que perciba en las reacciones del volante.
- Si gira con menos facilidad o está duro: neumáticos delanteros desinflados. Incremente la presión. También puede deberse a carga excesiva en el vehículo.
- Si tira hacia un lado: rueda desinflada en ese costado; viento fuerte lateral; neumáticos con desgaste desigual; rueda ligeramente frenada (llanta más caliente que las otras); carga mal repartida; elementos de suspensión en mal estado y, lo más probable, alineación incorrecta y desbalanceo de las ruedas.
- Si vibra en adoquinado o asfaltos desparejos: exceso de presión en los neumáticos delanteros o carga excesiva.
- Si vibra al frenar en curvas: por lo general, amortiguador delantero defectuoso del lado exterior del viraje.
- Si oscila al frenar en recta: alineación del eje delantero y elementos de la suspensión (resorte, bujes, etcétera) dañados o vencidos.
- Si vibra levemente sobre asfalto: rueda delantera desbalanceada.
No olvide revisar periódicamente el nivel de líquido de la dirección asistida hidráulicamente. Tampoco descuide la alienación del tren delantero y el balanceo.
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