Ford, dueño de Volvo Cars
El monstruo americano pagó una enorme suma por la fábrica sueca de autos
DETROIT, (EFE).- La adquisición de Volvo añade una nueva marca de prestigio al grupo Ford y lo consolida como uno de los grupos automovilísticos con mejor proyección económica y alcance mundial.
Ford anunció que tomará el control de la división de vehículos de Volvo a cambio de 6450 millones de dólares, es decir 3000 millones más que el valor de sus acciones.
El acuerdo, que aún debe ser aprobado por los accionistas y las autoridades antimonopolio de ambos lados del Atlántico, consolida a Ford con una marca que tiene gran prestigio en Europa y Estados Unidos y, a la vez, una buena salud económica.
"Compramos la fortaleza de la marca y su buena reputación, compramos un equipo que es el mejor de su clase y naturalmente también compramos investigación y desarrollo", destacó el presidente de Ford, Jacques Nasser, en un comunicado difundido en la sede de Dearborn, junto a Detroit.
"Consideramos que Ford es la mejor alternativa para Volvo Cars y que la venta que proponemos fortalece las perspectivas para la compañía y su personal", explicó desde Suecia Leif Johansson, presidente ejecutivo de Volvo.
El acuerdo sólo se refiere a la división de automóviles de Volvo, ya que la compañía sueca seguirá siendo independiente con su división de camiones pesados y otros productos no relacionados con el automóvil, como los motores marinos.
Ford suma así una nueva marca de prestigio a las que ya posee: Mercury y Lincoln en el mercado norteamericanos y las británicas Jaguar y Aston Martin, así como el 33 por ciento de la japonesa Mazda.
Siguiendo el ejemplo que ya ha dado éxito con Jaguar, Volvo dejará que Volvo funcione como una marca independiente aunque con acceso a los recursos de la compañía matriz, indicó Johansson.
Es decir, que Ford no va a americanizar a Volvo, ya que la particular idiosincrasia de la compañía sueca se ha mostrado exitosa.
Ford, segundo fabricante mundial de vehículos tras General Motors (el primer constructor mundial), tiene unas operaciones más rentables que GM y logra unos beneficios mucho mayores por cada vehículo vendido.
Esta empresa fabricó casi siete millones de vehículos en todo el mundo en 1998, y es el fabricante de automóviles más rentable, con unas ganancias de casi 22.000 millones de dólares en 1998.
Más prestigio para el grupo
La multinacional creada por Henry Ford tiene 24.000 millones en dinero líquido, según publica esta semana la revista Business Week, lo que la había colocado en la mayoría de los rumores sobre fusiones que han dominado el sector del automóvil en el último mes.
Ford espera que la marca sueca, que se ha distinguido como uno de los líderes mundiales en seguridad y calidad del automóvil, añadirá también más prestigio a sus propios programas para mejorar la seguridad de sus autos y camionetas.
"Volvo tiene una reputación mundial por la seguridad, calidad, durabilidad y responsabilidad medioambiental; todos ellos son atributos cada vez más imporantes para nuestros clientes", destacó Nasser en la conferencia de prensa.
Lo que carecía Volvo, según los analistas del sector, es el volumen suficiente como para sobrevivir por sí sola en el cada vez más complicado sector del automóvil, donde los fabricantes pequeños y medianos están sometidos a un inevitable proceso de absorción por parte de los grandes grupos mundiales.
Volvo era, junto a las japonesas Nissan y Honda, el protagonista de numerosas conversaciones sobre adquisiciones que se han producido en las últimas semanas. Al menos Volkswagen y Fiat (sobre todo esta última) habían manifestado interés en la empresa sueca.
Volvo vendió en 1998 400.000 automóviles (un 3 por ciento más que en 1997), y su mayor mercado fue precisamente Estados Unidos, con 100.200 unidades vendidas. La empresa sueca logró hasta septiembre de 1998 unos beneficios netos de 720 millones de dólares.
Además del prestigio en todo el mundo que supone sumar a Volvo a su catálogo de marcas, Ford logrará también un aumento de su cuota del mercado europeo, que actualmente es del 10 por ciento.
Volvo tiene fábricas en Suecia, Bélgica y Holanda (esta última en una operación conjunta con Mitsubishi) y sus ventas de automóviles en Europa fueron de 255.500 unidades en 1998, lo que supone un 2 por ciento del mercado europeo.
Los accionistas de Volvo se opusieron en 1993 a una fusión con la francesa Renault que había sido acordada por las direcciones de ambas compañías, pero ni los directivos de Ford ni de Volvo creen que este contratiempo vuelva a producirse ante la actual situación de la industria automovilística mundial.
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