En América del Sur ya han sido socios. Particularmente en la Argentina y Brasil, donde Ford y Volkswagen confluyeron en Autolatina, sociedad con la que fabricaron modelos con una y otra marca entre el 1° de julio de 1987 y 1995, cuando los caminos de ambos gigantes siguieron caminos diversos. Aún se recuerda, por ejemplo, el súper exitoso Ford Escort con motor Volkswagen/Audi, que hasta brilló en las pistas del TC 2000 en manos de Ernesto "Tito" Bessone (Campeón Argentino 1996), con la preparación de Rafael Balestrini.
La separación fue un tanto cruenta. La histórica fábrica de Ford en Gral. Pacheco fue dividida en dos, quedando una parte para el óvalo (hoy fabrica allí la pickup Ranger y el Focus) y otra para VW (donde produce la pickup Amarok y el familiar Suran), que además se quedó con la planta de producción de cajas de velocidades en Córdoba (ex Transax).
El mundo siguió girando y el martes último, en un comunicado conjunto datado en Wolfburg y Dearborn, los gigantes anunciaron que "han firmado un Memorando de Entendimiento y que están explorando una alianza estratégica diseñada para fortalecer la competitividad de ambas empresas". La idea de la potencial alianza es desarrollar productos en conjunto, incluyendo un "rango de vehículos comerciales", pero aclarando que la misma "no involucraría acuerdos de participación accionaria". Según la prensa internacional, el foco sería compartir el costoso desarrollo de comerciales urbanos; en especial, eléctricos.
La historia de la industria automotriz tiene varios ejemplos de alianzas muy exitosas (Renault-Nissan, por caso) y de otras que fracasaron (Daimler-Chrysler). Como siempre, el tiempo dirá si la unión hace a la fuerza…