La casa del rombo lanzó el rediseñado modelo que se fabrica en Córdoba. Dos opciones de motor, cajas manual y automática, y más equipamiento
Desde su lanzamiento a fines de 2010, el Fluence se ganó un buen lugar en el segmento de los sedanes medianos. El auto fabricado en la planta de Santa Isabel, en Córdoba, ofreció una combinación de virtudes muy apreciadas por estas latitudes: mucho espacio interior, gran baúl, confort de marcha, muy buen equipamiento y distintas opciones de motor y caja como para satisfacer las necesidades de distintos usuarios. Cuatro años la casa del rombo presentó el rediseño del Fluence.
Hay que ser claros; no estamos ante un nuevo modelo. Se trata de una actualización de diseño y de reacomodar la gama con la combinación de motores, caja y equipamiento.
Dicho esto, lo primero que salta a la vista es el cambio frontal, adquiere el nuevo estilo de diseño global de la marca francesa. Se caracteriza por un rombo de mayor tamaño, idea creada e impulsada por el director de Diseño de Renault, Laurens Van Den Acker, que se utiliza en todos los nuevos modelos.
Las otras novedades de este Fluence 2015 son los LED delanteros y traseros, los faros delanteros con proyectores focales, luces de giro LED en espejos, llantas de aleación 17, cuatro interiores con materiales y colores nuevos (incluyendo 2 opciones de cuero), y el color de carrocería Negro Amatista que se suma a los existentes.
En esta nueva etapa, los usuarios pueden elegir entre dos opciones de motor (ambos nafteros) y dos cajas. Se trata de un 1.6 de 110 CV de potencia máxima (con caja manual de 5 marchas) y de un 2 litros de 143 CV que puede estar acompañado por una caja manual de 6 velocidades o a una automática CVT.
El nuevo Fluence se ofrece en tres versiones: Dynamique, Luxe y Privilege.
De la primera hay a su vez dos niveles de equipamiento, ambas con el motor 1.6.
En tanto, de la versión Luxe hay tres posibilidades de equipamiento, todas con motor 2.0 y caja manual o CVT, mientras que de la Privilege hay dos. una manual y la otra CVT.
Así, la gama, cuando esté en su totalidad en los concesionarios, ofrecerá diez versiones.
Por tratarse de la nueva generación de vehículos, ya no puede hablarse de modelo base, sino de entrada de gama. ¿Por qué? Porque desde la de menor precio el nivel de equipamiento es muy completo.
La Dynamique ($ 201.700) tiene llantas aluminio de 16 pulgadas, antinieblas trasero, faros delanteros elípticos, espejos eléctricos con luz de giro, tablero digital LCD, computadora de abordo, dirección eléctrica, comando satelital audio y teléfono, multimedia con CD, MP3, USB, Bluetooth y auxiliar, y cierre centralizado remoto.
También tiene doble airbag, alarma, alerta sonora (cinturón, baúl, llaves), frenos de disco en las cuatro ruedas con ABS, reparto electrónico de frenado, asistencia al frenado de urgencia, fijaciones Isofix, tercera luz de stop LED, aire acondicionado, butaca del conductor regulable en 6 direcciones, comando eléctrico para abertura de baúl, tapa combustible y bloqueo para niños, y levantacristales delanteros y traseros eléctricos.
Y por unos pesos más ($ 208.000), la Dynamique Pack agrega tarjeta llave Smart Card y el sistema multimedia R-Link Touch, con pantalla de 7 pulgadas color, que ofrece navegador Carminat TomTom; comandos por voz para telefonía y navegación; conectividad Bluetooth para celulares; puerto de conectividad USB, Aux y tarjeta SD, y visualización de fotos y videos.
Buenas prestaciones
Nos pusimos al volante de un Fluence Privilege CVT, el tope de gama de la familia.
Se trata de la versión más equipada de todas, con motor 2.0 y caja CVT.
En el Fluence no ha cambiado su gran espacio interior, confortable para cinco pasajeros adultos. La posición de manejo es muy buena y se alcanza sin problema gracias a las múltiples posibilidades de ajuste de la butaca del conductor más la posibilidad de acomodar el volante en altura y profundidad.
La caja CVT acoplada al motor naftero de 143 CV forma un conjunto excelente.
La CVT, a diferencia de las cajas automáticas comunes, no presenta saltos entre marcha y marcha, por lo que la aceleración es siempre sostenida. A diferencia de su predecesor, el velocímetro es ahora digital (adiós a la aguja), en uno de los cambios más notorios en el interior que será bienvenido o no según el gusto del usuario.
El desarrollo de las suspensiones es equilibrado, y el Fluence se siente muy bien tanto en la ciudad como en la ruta, con una sobresaliente respuesta de la dirección en todas las condiciones.
Si bien el dispositivo multimedia mejoró con la pantalla touch, no es de los más sencillos y puede costar más que de costumbre entender cómo sintonizar la radio preferida. Algo parecido sucede con el navegador cuya operación tiene sus exigencias.
Para el confort y la seguridad ofrece cámara de estacionamiento, sensor crepuscular y de lluvia, climatizador automático bizona, techo solar, control de velocidad crucero y limitador de velocidad (las teclas están curiosamente cerca del apoyabrazos central), sensores de estacionamiento, 6 airbags y controles de estabilidad y tracción.
Con buenas cifras de aceleración, velocidad y consumo (6,5 litros cada 100 km el 1,6 y 8 litros cada 100 el 2.0), viajar en el Fluence se vuelve una experiencia placentera. Además por prestaciones y relación precio-producto es una atractiva opción a la hora de buscar un tricuerpo mediano moderno.
La gama que está en los concesionarios es la siguiente: Dynamique 1.6 ($ 201.700), Dynamique Pack 1.6 ($ 208.000), Luxe 2.0 ($ 230.300), Luxe Pack 2.0 ($ 244.500), Luxe Pack Cuero 2.0 ($ 252.700), Privilege 2.0 ($ 269.800) y Privilege CVT 2.0 (274.900 pesos).